Uno de los nombres más conocidos de la música cristiana contemporánea, Michael W. Smith, se sentó con el popular comediante cristiano John Crist la semana pasada en el podcast «Net Positive» de Crist para hablar de la carrera de Smith, la fe, Billy Graham, y la desesperada necesidad de padres de esta generación.

Crist, que entró en rehabilitación después de ser acusado de mala conducta sexual y acoso en 2019, dijo que su conversación con Smith fue como sentarse con un miembro de la familia. El comediante dijo que las palabras de Smith estaban llenas de mucha sabiduría y aliento, y se sentía como si estuviera escuchando las palabras de su propio padre.

Smith atribuyó a la fe de sus padres y a su devoción a Jesús el haber tenido tanto impacto en su vida que tomó la decisión de seguir a Cristo cuando tenía 10 años.

El cantante, ganador de un Grammy, también contó cómo se alejó del Señor durante su adolescencia, tocando música en bares y consumiendo drogas hasta los 21 años. «Pensé que podía jugar con el fuego y me quemé», dijo Smith.

Durante su fase de «hijo pródigo», Smith recuerda lo mucho que le querían sus padres y que nunca le echaron de casa. Recuerda que su padre le decía que tenía que «recomponerse», pero siempre le animaba a triunfar.

«Creo que Dios es así, y la gente tiene una idea equivocada de quién es Dios porque piensan que si metes la pata, de repente te cae la vara y te metes en un buen lío», dijo Smith.

En noviembre de 1979, Smith sufrió una crisis nerviosa que le tuvo temblando y llorando en el suelo durante tres horas y media. «Digo esto, y sé que es verdad», dijo Smith. «Abba vino y se tumbó en el suelo conmigo y no he vuelto a ser el mismo desde aquella noche; estoy convencido de que fue gracias a las oraciones de mi madre y mi padre».

Crist compartió el mensaje de texto que Smith le envió el día que le «cancelaron», un día que el cómico describió como el «más oscuro de mi vida». Smith y Crist se habían conocido antes, pero no tenían los números de móvil del otro. Crist dijo que Smith buscó el número de Crist para decirle: «Sólo quiero que sepas que te queremos. Nos preocupamos por ti. Y que no estás solo».

El pionero de la música cristiana dijo que la gente le ha preguntado cómo ha «sobrevivido al éxito» a lo largo de su carrera.

Uno de los consejos que Smith da es cómo la gente, especialmente los músicos, pueden mantener unidas a sus familias. «Porque hay muchas familias que se están desmoronando», dijo. «Estos chicos y bandas están de gira entre 200 y 250 días al año y tienen tres hijos. Eso no va a funcionar. No va a funcionar».

John Crist, quien había estado en rehabilitación después de afrontar acusaciones de mala conducta sexual, señaló cómo las palabras de Smith habían actuado como las de un padre, llenas de sabiduría y aliento en medio de sus circunstancias. Esta necesidad de una figura paterna es algo que nuestro mundo está anhelando. Como dice Smith, «Esta generación necesita padres». Esto no solo se aplica a la familia biológica, sino también a nuestra familia espiritual. Necesitamos líderes de fe que sean como padres, proporcionando sabiduría, dirección y un amor incondicional.

Reflexionando sobre su propio camino, Smith atribuye el regreso a su fe a las fervientes oraciones de sus padres y a una intensa experiencia de encuentro con Dios. Este es un recordatorio poderoso para nosotros de la importancia de orar constantemente por nuestros seres queridos, especialmente aquellos que han perdido su camino.

Hoy, desafío a cada uno de nosotros a mirar nuestra propia fe. ¿Cómo estamos influyendo en los que nos rodean? ¿Estamos proporcionando sabiduría, apoyo y amor a aquellos que lo necesitan? ¿Estamos orando constantemente por aquellos que han perdido su camino? Y finalmente, ¿estamos listos para recibir a los perdidos y heridos con los brazos abiertos, como Dios nos recibe a nosotros? Esa es la verdadera marca de una fe viva y activa.