Queridos hermanos y hermanas en Cristo,

Les traigo noticias de nuestro estimado hermano en la fe, el Dr. Tim Keller, que ha sido un faro de luz en nuestra comunidad cristiana. La vida terrenal de nuestro hermano está llegando a su fin, y ha sido dado de alta del hospital para recibir cuidados paliativos en su hogar, rodeado de sus seres queridos.

El Dr. Keller ha dejado una huella imborrable en nuestras vidas a través de su ministerio y sus escritos. A lo largo de su lucha contra el cáncer de páncreas, ha demostrado una fortaleza y fe en Dios que sirve de inspiración para todos nosotros. Y en este momento, a pesar del dolor físico y la incertidumbre, su fe permanece inquebrantable. Su anhelo por estar con Jesús es una declaración poderosa del amor profundo y la confianza absoluta que tiene en nuestro Señor.

Esta situación nos recuerda cuán efímera es nuestra estancia en este mundo y cuán gloriosa es la promesa de vida eterna que tenemos en Cristo. En medio de la tristeza, podemos encontrar consuelo y alegría en la certeza de que nuestro hermano Tim está a punto de encontrarse cara a cara con nuestro Salvador.

Mi reflexión para todos nosotros es que veamos esta noticia no solo con tristeza, sino también como una motivación para vivir nuestras vidas con la misma fe y determinación que el Dr. Keller ha mostrado. Su vida es un testimonio viviente de que, sin importar las circunstancias, nuestra fe en Dios debe permanecer inmutable.

Por eso, les desafío a todos nosotros a llevar nuestras cruces con valentía, a enfrentar nuestras pruebas con fe y a vivir nuestras vidas para la gloria de Dios, tal como Tim Keller lo ha hecho. Mientras navegamos por las tormentas de la vida, recordemos siempre mantener nuestros ojos en Jesús, nuestro Salvador y Señor.

Por último, pero no menos importante, les pido que se unan a mí en oración por el Dr. Keller y su familia en estos momentos difíciles. Que el Señor les dé paz, consuelo y fortaleza en este momento de dolor.

En Cristo,