Tras mencionar el género en un discurso en un acto escolar, se prohíbe al estudiante asistir a su graduación.

Un estudiante de último curso del instituto Kellogg de Idaho, Travis Lohr, declaró que no se le permitía asistir a la ceremonia tras afirmar que «los chicos son chicos y las chicas son chicas; no hay término medio» durante un acto para alumnos de primer y segundo curso la semana pasada. La declaración de Lohrs provocó una gran reacción.

«Creo que mucha gente pensó que mi declaración iba en contra de personas o grupos, pero no iba dirigida a ningún grupo concreto», declaró, según Faith Wire. Por ello, la asamblea en la que habló Lohr, de 18 años, pretendía «impartir palabras de sabiduría» a los alumnos más jóvenes de la escuela. El distrito escolar no puede comentar los detalles del incidente en el que se vio implicado Lohr debido a la Ley de Derechos Educativos y Privacidad de la Familia (FERPA).

Sin embargo, se informó de que algunos funcionarios de la escuela y otros indicaron que se dijo a los estudiantes que no podían hacer «insultos o comentarios racistas» en sus discursos y que debían seguir otros protocolos. Al parecer, se revisaron las intervenciones de los alumnos y se ordenó a los estudiantes de último curso que no se desviaran de los guiones aprobados.

Por ello, Lohrs fue criticado por decidir decir algo que no estaba en su discurso preparado, aunque el adolescente ha afirmado en al menos una entrevista que sus comentarios no fueron revisados de antemano.

«Me han informado de que creen que voy a causar un alboroto en la graduación. No he tenido ningún problema en todo el año. Creo que mi mensaje fue malinterpretado», dijo.

En ese sentido, algunos alumnos del instituto Kellogg defendieron a Lohr y, al parecer, salieron a protestar tras enterarse de que no se le permitiría asistir a la graduación por sus comentarios. Un vídeo que muestra a miembros de la comunidad apoyando a Lohr incluye carteles que dicen «La tolerancia funciona en ambos sentidos».

Finalmente, la situación se agravó tanto que el superintendente del distrito escolar de Kellogg, Lance Pearson, pospuso inicialmente la graduación del sábado debido a preocupaciones por la seguridad de los estudiantes, antes de reunirse en secreto con los estudiantes y sus familias el viernes por la noche y seguir adelante con la ceremonia del sábado.