CON LOS OJOS DE JESÚS

«Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Senor de la mies, que envíe obreros a su mies». Mateo 9:36-38

Un coro que cantamos en la iglesia eleva esta «Ayúdame a mirar con tus ojos. Yo quiero sentir con tu corazón. No quiero vivir más siendo insensible. !Tanta necesidad, oh Jesucristo!» Necesitamos que Jesús nos ayude a mirar con sus ojos.

Cuando el Senor dijo «Id» en la gran comisión, se refería a que tuviéramos una actitud solícita para acudir a la necesidad. Cuando ves a tus companeros de trabajo, a tus familiares, a todo el que te rodea, qué es lo que vesí Jesús veía personas «desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor». Él veía corazones heridos y sin esperanza, personas destruidas por el vicio, el odio, el abandono y la promiscuidad. !Él veía la necesidad! Lamentablemente, algunos de nosotros nos hemos alejado e insensibilizado para no ver la necesidad de los perdidos.

La compasión no es un simple pesar. La compasión te mueve a actuar, no te deja indiferente. Jesús quiere ayudarte a mirar con sus ojos. Quiere poner su compasión en ti porque en verdad la mies es mucha, y los obreros dispuestos son pocos.

Se necesitan obreros que tengan el corazón del buen pastor para brindar amparo y compartirle la Palabra de esperanza al que está sufriendo.

El Senor le dijo a sus discípulos: «Rogad, pues, al Senor de la mies, que envíe obreros a su mies» (Mateo 9:38). Serás tú la respuesta a la oración de los discípulos?

DIOS TE BENDIGA

Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida? Isaías 43:4.