¿QUÉ SUCEDE CUANDO SE ABANDONA A DIOS?

“Nunca preguntaron los sacerdotes: ¿Dónde está el Señor? Los expertos en la ley jamás me conocieron; los pastores se rebelaron contra mí, los profetas hablaron en nombre de Baal y se fueron tras dioses que para nada sirven. Por eso, aún voy a entablar un litigio contra ustedes, y también litigaré contra los hijos de sus hijos. Afirma el Señor” (Jeremías 2:8-9NVI)

Cuando una persona abandona una carrera, pierde tiempo, dinero y credibilidad. Cuando alguien renuncia a su responsabilidad el país pierde y también su familia. Cuando el ser humano abandona a Dios, hay consecuencias nefastas para su vida.

Aquí encontramos a Israel que ha abandonado a su Dios, por adorar a otros dioses, y por esto, les vino destrucción y severas sanciones por su infidelidad; aunque pudieron arrepentirse y no lo hicieron.

La acusación va dirigida, ante todo, contra los principales (líderes) responsables. En primer lugar, contra los sacerdotes, instructores de la ley al pueblo. Luego contra los pastores, o jefes, título que se daba a los reyes, de quienes se esperaba un orden social justo. Finalmente contra los profetas, infieles a su misión de proclamar la palabra de Dios. La lucha contra los falsos profetas, fue lo duró que afrontó Jeremías. El Señor entabló un proceso judicial contra Israel (RV95)

Dios los amonesta “Me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas rotas que no retienen agua”. Además Israel hizo alianzas políticas con Asiria y Egipto y no confiaron en su Dios, sino que se prostituyeron y adoraron al dios cananeo Baal.

Es una locura e insensatez, no confiar en Dios, esta lección es para usted y para todos nosotros,nunca nos separemos del Señor, jamás seamos infieles a Jesucristo. Quien lo abandone es responsable de su pecado y de su afrenta, porque ha mancillado el honor de Dios.

Busque consejo en su iglesia local, de preferencia con su pastor para que Él pueda aconsejarle y orar por usted.

ORACIÓN:

Señor guarda mi vida y ayúdame a serte fiel y obedecerte siempre. Que jamás abandone la fe en Cristo Jesús, amén”.