En el mes de agosto, continuamos nuestro recorrido a través de las Escrituras, estudiando a fondo las vidas de los reyes de Judá en 2 Crónicas y las profecías poderosas del profeta Jeremías y Ezequiel. Estos pasajes nos revelan la fidelidad de Dios, su juicio justo y su llamado a la obediencia. A medida que meditamos en estas palabras, que nuestras vidas reflejen el arrepentimiento, la esperanza y la confianza en el Señor que encontramos en ellas.

Que este tiempo dedicado a la lectura diaria de la Palabra de Dios en agosto sea un recordatorio constante de nuestra necesidad de buscar su rostro, obedecer su voluntad y vivir en comunión con él. Que el Espíritu Santo nos guíe y fortalezca cada día conforme avanzamos en nuestra vida de fe.