Al menos 200 personas murieron en Pisco por el terremoto que azotó el país

Luis García Panta, enviado especial de El Comercio, informó que los bomberos continúan el rescate de los cadáveres de entre los escombros. Una gran parte de la ciudad ha sido destruída por el sismo de 7,9 grados que remeció el miércoles todo el Perú y dejó al menos 350 muertos. ¿Dónde y cómo sintió el sismo?

La situación en la ciudad de Pisco es caótica. Viviendas destruidas, iglesias colapsadas y un hospital que no  se da abasto constituyen esta mañana el desolador panorama originado por el terremoto de 7,9 grados Richter que sacudió Ica anoche.

Luis García Panta, enviado especial de El Comercio a Pisco, informó que el terremoto dejó unas 200 víctimas mortales pero el número podría aumentar con el paso de las horas debido a que continúa el rescate de cadáveres que quedaron aplastados entre los escombros.

Los servicios del hospital San Juan de Pisco, el único que existe en la ciudad, colapsaron debido a la gran cantidad de heridos que fueron derivados a dicho nosocomio. Los médicos y las enfermeras atienden a los heridos en los pasillos del hospital. Aproximadamente 400 personas sufrieron lesiones a causa del terremoto. En la plaza de armas de la ciudad se improvisaó un hospital al aire libre.

En el distrito costero de San Andrés, la situación es aún más dramática. El mar se salió aproximadamente 200 metros e inundó decenas de viviendas. Durante las primeras horas de la mañana, los pobladores sacaban con baldes el agua de sus hogares. Como producto de la desesperación y el caos, también ocurrieron lamentables hechos de vandalismo y saqueo.

La ayuda al lugar llega de a pocos. Los hospitales requieren con urgencia  suero y sangre para socorrer a los heridos. La vía entre las ciudades de Chincha y Pisco se encuentra interrumpido debido a que 50 metros de asfalto de la carretera fue destruido por el movimiento sísmico.

Una tragedia tras otra
García Panta informó, además, que el terremoto sorprendió a muchos feligreses que asistían a dos oficios fúnebres. Catorce personas murieron en la parroquia San Clemente y otras cinco en la iglesia San Francisco de Asís. Ambas edificaciones quedaron completamente destruidas.

Fuente: Diario el Comercio Perú