Cuando era niño, hablamos de unos 7 años. Había jugado todo el día y recuerdo haberme puesto a pintar con unos crayones a pesar del cansancio. Era ya de noche y pinté solo a la luz de una lámpara pequeña. Al día siguiente me levanté y me dí cuenta de que el dibujo se veía terriblemente mal y es que el cansancio y la poca luz provocaron que creyera que estaba haciendo algo bien cuando era todo lo contrario.

Lo mismo pasa con nuestras vidas cada día amigos y hermanos, somos como niños que pasamos por la vida y muchas veces cometemos los mayores errores simplemente por tomar decisiones en momentos de oscuridad o cansancio en nuestras vidas. Si algo he aprendido en mi caminar hacia Jesús ha sido no tomar decisiones en malos momentos.

Si hoy mi querido hermano, mi querida hermana estas pasando por un momento de cansancio, de tristeza, de dolor profundo y crees que no hay salida y piensas tomar decisiones importantes detente. No pintes en estos momentos porque el resultado no será el correcto ni el que Dios quiere para tu vida. Haz un alto en el camino, levanta tu mirada a Jesús y pídele su luz para esperar el momento correcto para tomar tus decisiones. Recuerda que nada es para siempre y este momento, aunque oscuro, también pasará y es en ese momento que tomarás tus decisiones.

Ten calma, ten paz y pide a Cristo su Luz.

Tu amigo y hermano
Arturo