El alcoholismo, también conocido como dependencia del alcohol es una enfermedad que incluye cuatro síntomas:

Anhelo: Una fuerte necesidad, o compulsión, para beber.

Perdida de control: la Inhabilidad de limitar lo que uno bebe en cualquier ocasión.

Dependencia Física: síntomas tales como nausea, sudoración, temblores y ansiedad, ocurren cuando el uso de alcohol es dejado después de un periodo de beber mucho.

Tolerancia: la necesidad de beber grandes cantidades de alcohol para estar elevado.

Las personas quienes no son alcohólicas algunas veces no entienden por que un alcohólico no puede solo "usar un poquito de buena voluntad" para dejar de beber, sin embargo, el alcoholismo tiene poco que ver con la fuerza de voluntad. Los alcohólicos están controlados de un poderoso anhelo o de una necesidad incontrolable, para el alcohol que anula su capacidad de dejar de beber. Esta necesidad puede ser tan fuerte como la necesidad de alimento o agua.

Aunque algunas personas son capaces de recuperarse del alcoholismo sin ayuda, la mayoría de los alcohólicos necesita ayuda. Con tratamiento y apoyo, muchos individuos son capaces de dejar de beber y reconstruir sus vidas.

Mucha gente se maravilla de porqué algunos individuos pueden usar el alcohol sin problemas, pero otros no pueden. Una razón importante tiene que ver con la genética. Los científicos han encontrado que el tener un miembro de la familia alcohólico hace mucho más posible que si tu eliges beber tu puedas desarrollar el alcoholismo. Los genes sin embargo no son la historia completa. De hecho, científicos ahora creen que ciertos factores en el medio ambiente de una persona que influencian si una persona con un riesgo genético de alcoholismo alguna vez desarrolla la enfermedad, incluyendo donde y como el o ella vive, familia, amigos y cultura: presión de los compañeros: e incluso que tan facil es el obtener el alcohol.