Temía estar solo,
hasta que aprendí a quererme a mi mismo.
Temía fracasar,
hasta que me di cuenta que únicamente fracaso si no lo intento.
Temía lo que la gente opinara de mí,
hasta que me di cuenta de que de todos modos opinarían de mi.
Temía me rechazaran,
hasta que entendí que debía tener fe en mi mismo.
Temía al dolor,
hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la verdad,
hasta que descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la muerte,
hasta que aprendí que no es el final, sino más bien un comienzo.
Temía el odio,
hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que Ignorancia.
Temía al ridículo,
hasta que aprendí a reírme de mi mismo.
Temía hacerme viejo,
hasta que comprendí que ganaba sabiduría día a día.
Temía al pasado,
hasta que comprendí que no podía herirme más.
Temía a la oscuridad,
hasta que vi la belleza de la luz de una estrella.
Autor Desconocido
—
Devocionales Cristianos www.devocionalescristianos.org
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.
tardamos solo un segundo callando y toda una vida tratando de recoger las palabras que decimos.
«hasta el necio cuando calla, pasa por sabio»