La pereza es una tentación que puede infiltrarse en nuestras vidas y obstaculizar nuestro crecimiento espiritual y nuestras responsabilidades diarias. La Palabra de Dios nos advierte contra la pereza y nos anima a vivir de manera diligente y activa, buscando siempre cumplir con nuestros deberes y servir a los demás con entusiasmo y dedicación.
Hoy, quiero compartir con ustedes 20 promesas bíblicas que nos instruyen sobre la importancia de evitar la pereza. Que estos versículos nos inspiren a ser trabajadores diligentes, fieles en nuestras responsabilidades y fervientes en nuestro servicio a Dios y a los demás.
Promesas Bíblicas sobre la Pereza
1) Proverbios 6:6-8
«Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.» Proverbios 6:6-8
2) Proverbios 10:4
«La mano negligente empobrece; mas la mano de los diligentes enriquece.» Proverbios 10:4
3) Proverbios 12:24
«La mano de los diligentes señoreará; mas la negligencia será tributaria.» Proverbios 12:24
4) Proverbios 12:27
«El indolente ni aun asará lo que ha cazado; pero haber precioso del hombre es la diligencia.» Proverbios 12:27
5) Proverbios 13:4
«El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada.» Proverbios 13:4
6) Proverbios 19:15
«La pereza hace caer en profundo sueño, y el alma negligente padecerá hambre.» Proverbios 19:15
7) Proverbios 19:24
«El perezoso mete su mano en el plato, y ni aun a su boca la llevará.» Proverbios 19:24
8) Proverbios 20:4
«El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará.» Proverbios 20:4
9) Proverbios 21:25
«El deseo del perezoso le mata, porque sus manos no quieren trabajar.» Proverbios 21:25
10) Proverbios 24:30-34
«Pasé junto al campo del hombre perezoso, y junto a la viña del hombre falto de entendimiento; y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, ortigas habían ya cubierto su faz, y su cerca de piedra estaba ya destruida. Miré, y lo puse en mi corazón; lo vi, y tomé consejo. Un poco de sueño, cabeceando otro poco, poniendo mano sobre mano otro poco para dormir; así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado.» Proverbios 24:30-34
11) Proverbios 26:13-16
«Dice el perezoso: El león está en el camino; el león está en las calles. Como la puerta gira sobre sus quicios, así el perezoso se vuelve en su cama. Mete el perezoso su mano en el plato; se cansa de llevarla a su boca. En su propia opinión el perezoso es más sabio que siete que sepan aconsejar.» Proverbios 26:13-16
12) Eclesiastés 10:18
«Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de manos se llueve la casa.» Eclesiastés 10:18
13) Mateo 25:26
«Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y recojo donde no esparcí.» Mateo 25:26
14) Romanos 12:11
«En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.»
Romanos 12:11
15) 1 Corintios 15:58
«Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.» 1 Corintios 15:58
16) Efesios 5:15-16
«Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.» Efesios 5:15-16
17) Colosenses 3:23-24
«Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.» Colosenses 3:23-24
18) 2 Tesalonicenses 3:10
«Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.» 2 Tesalonicenses 3:10
19) 2Timoteo 2:15
«Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.» 2 Timoteo 2:15
20) Hebreos 6:11-12
«Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.» Hebreos 6:11-12
La pereza no solo afecta nuestro bienestar físico y emocional, sino también nuestra vida espiritual. La Biblia nos exhorta a ser diligentes y a trabajar con esmero en todo lo que hacemos, como si trabajáramos para el Señor. Es vital que reconozcamos la importancia del esfuerzo y la dedicación en nuestras vidas, no solo para nuestro beneficio personal, sino también para honrar a Dios y servir a los demás.
Que estos versículos nos desafíen a examinar nuestras vidas y a eliminar cualquier rastro de pereza que pueda estar impidiéndonos alcanzar nuestro máximo potencial en Cristo. Confiemos en el Señor para que nos dé la fortaleza y el compromiso necesarios para vivir vidas activas y productivas, glorificando a Dios en todo lo que hacemos.
¡Que el Señor les bendiga abundantemente y les llene de un espíritu de diligencia y fervor en Su servicio!
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