Como naranjas de oro con incrustaciones de plata son las palabras dichas a tiempo.  (Una palabra dicha a tiempo significa para mi, un buen consejo, una advertencia en el tiempo exacto, una bendición que alegra el alma, una oración de intercesión)

Como anillo o collar de oro fino son los regaños del sabio en oídos atentos.
(Los regaños del sabio no provocan humillación o vergüenza, su palabra atinada embellece al discípulo y por fin al terminar el regaño éste alumno termina condecorado por ser un buen oidor)

Como frescura de nieve en día de verano es el mensajero confiable para quien lo envía, pues infunde nuevo ánimo en sus amos.(Tú tienes la oportunidad de ser el viento solano que trae refrigerio al cansado)

Como nubes y viento, y nada de lluvia, es quien presume de dar y nunca da nada.(Habla mucho pero a la hora de comprometerse se desaparece)

Como un mazo, una espada, una aguda saeta, ¡eso es el falso testigo contra su amigo! (Hace mucho daño con sus palabras)

Como el agua fresca a la garganta reseca son las buenas noticias desde lejanas tierras.(Prefiero ser como el agua fresca y no como saeta, mazo o espada que daña con las palabras)

Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse.
(Esta expuesto para ser observado por todos los que después se burlarán de su debilidad)

Los Proverbios son declaraciones cortas y compactas pero que expresan verdades sobre la conducta humana, algunos de ellos constan sólo de dos líneas y casi siempre expresan un contraste, otros describen la consecuencia de una acción en particular o rasgo de carácter.  Me gustan los proverbios que vienen en forma de mandato como "Note des al sueño o te quedarás pobre".

También es muy común en los proverbios el uso del lenguaje figurado: "Como el agua fresca a la garganta reseca son las buenas noticias de lejanas tierras" .

Hoy estuve meditando en los "Como" de Proverbios 25 y creo que ellos no necesitan mayor explicación, te los mando para que medites en ellos y los que tienen una forma impositiva, aquellos que demandan una acción deseada por Dios, como está bien claro, no te queda más que obedecer.
¡Bendiciones!

Martha Vílchez de Bardales