A ti, amada oveja que ahora tiemblas por la gran angustia del horno de la prueba, quiero dirigirme hoy. Toma las cosas con calma, sientate, y vamos a charlar un poco. Hoy no estoy en el púlpito enviando un mensaje congregacional; ahora te estoy hablando directamente a ti, yo también me he sentado, para charlar contigo, y en medio de nosotros esta el Espíritu Santo de Dios. ponte cómodo, relajate, respira profundo, dame tus dos manos y oremos:

«Padre amado, en este momento, me pongo de acuerdo con tu amada ovejita, para que la ayudes con urgencia, tu la conoces, y sabes como esta de angustiada, como se ha deprimido hasta la capacidad mínima, donde la vida pierde sentido. Ven amado Dios, y con tu poder y tu amor, bendicela, sanala, y prosperala. Mira a los angustiadores que día y noche no cesan de molestarla, de desesperarla, y aleja a todas esas fuerzas de maldad que a diario atentan en contra de su vida.

Declaramos que la Sangre de Cristo tiene todo el poder para deshacer todo plan de las tinieblas, y venimos con esa autoridad que Dios nos ha delegado, a romper las cadenas del diablo, y a abrir camino de bendición para el pueblo de Dios, en el nombre de Cristo Jesús, Amen y Amen.»

Ahora que hemos orado, y con toda la certeza de que recibiremos la bendición, gocemonos en esta maravillosa promesa de Dios :

«Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que El había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expreso por Moisés su siervo, ha faltado » ( 1- Reyes 8 : 56 )

Podemos ver que Dios cumple lo que promete, y nada se queda sin cumplir. Quizá a veces sientas que ha pasado mucho tiempo y Dios no responde.
Eso no es así, porque Dios siempre te responde, a diario te envía la bendición, y te sostiene, para que puedas soportar cada día, hasta que el tiempo establecido por Dios, se cumpla, y sentirás una nueva oportunidad para vivir, recibirás lo que Dios tiene para ti, porque El nunca ha faltado, jamas ha fallado, siempre ha cumplido, y también lo hará contigo.
También deseo decirte, que cuando Dios te toca con sus pruebas, es con el objetivo de bendecirte, de prosperarte y de sanarte.
Dios desea verte mejor, El vendrá a ti, aguanta un poco mas, el toque de Dios para tu vida, viene en camino; sentirás que una nueva oportunidad ha llegado, y con toda la sabiduría y temor reverente, seras un mejor administrador de los bienes y del tiempo que Dios te de.
Confía, esfuerzate, que tu galardón sera completo en la tierra.

Amen.