PEDID Y SE OS DARÁ SEGÚN LA BIBLIA

José Luis González  

«Pedid, y se os dará, buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? «(Mateo 7:7-9).  

Recibí una invitación para celebrar los quince años de una jovencita en la ciudad de Miami, a la cual asistí gustosamente, no solamente porque sus padres eran mis amigos, sino porque estaba enterado que para la fiesta, los preparativos habían durado un año completo, manteniendo una fuerte disciplina de entrenamiento con los otros jóvenes que conformarían la corte, las danzas respectivas y el protocolo que acompaña a dicha celebración.

La llegada de la quinceañera a la recepción fue en una flamante limusina, mientras los invitados esperábamos a que las puertas se abrieran para nuestro ingreso.

Cuando nos avisaron que podríamos entrar, todos estábamos muy impresionados por la decoración, manteles y bellas flores en las mesas, hacia donde cada uno busco su lugar asignado.

La atención fue espléndida, nos llevaban de todo tipo de bocaditos y bebidas, aunque la cena sería posteriormente.

Llego la hora de la ceremonia, se abrió el telón, y allí estaba la quinceañera con sus padres, vestida de princesa, ingreso la corte muy elegantemente vestida, y con música impresionante, danzaron alegremente. Luego mostraron un excelente vídeo sobre la vida de la niña y acto seguido, la ceremonia de las velas, la cual consiste en ir apagando una por una las velas, y dedicar cada una de ellas a alguien especial en su vida, hasta llegar a la número quince.

Al final de la ceremonia, vino la suculenta cena, la cual en forma muy organizada, sirvieron con gran elegancia.

En todo momento de la fiesta, observe una felicidad sin igual en la niña, y la verdad, eso fue lo que más me agrado, ver su rostro tan feliz, tan sonriente en todo momento, saludaba todas las personas, se acercó a todas las mesas, beso a todo el mundo, danzaba, reía, lloraba, se cambió el vestido como en diez ocasiones; la fiesta no tuvo perdidas de tiempo, cada segundo fue muy bien aprovechado y para los invitados, muy bien disfrutados.

Como siervo de Dios, me sentí feliz de ver tanta alegría, en la niña, como en sus padres, y a cada momento, venía sobre mi corazón el pensamiento:

«Eso quiere hacer Dios contigo»

Te quiere hacer una fiesta en el corazón, te quiere alegrar la vida; quiere hacer un derroche de amor por ti; quiere gastar lo que sea para ti, para verte feliz, para premiar tu labor y tu amor por él.

Esta mañana, al abrir la Biblia, y desde mi corazón, le pedí a Dios su dirección, y me dijo:

«Escribe, envía este mensaje a mi pueblo, diles que sus oraciones son contestadas, y de la mejor forma, que estoy preparando fiesta en el corazón de cada uno; que los alegraré como nunca han sido festejados; estarán alegres, celebraran la fiesta anhelada en sus vidas, y sabrán que yo soy Dios»