BAJO PRESIÓN

Juan Fernando Campos

DEUTERONOMIO 8:2 Y te acordarás de todo el camino por donde el Señor tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos.

Pablo José en general ha sido un niño muy colaborador. Recuerdo una ocasión que ejemplifica perfectamente esto. Desde que se despertó tenía el menú del desayuno en mente:

Waffles y Jugo de Naranja. Así que, sin que ninguno de los dos seamos unos expertos en cocina, nos dispusimos a trabajar en realizar el desayuno. Intercalamos el movimiento de la masa para los waffles, y disfrutamos juntos echándola en la wafflera. Pero si algo disfrutó fue haciendo el jugo de naranja, yo partía en dos la naranja y él presionaba contra el exprimidor. Esa presión hacía que la naranja se fuera secando mientras en el recipiente quedaba el líquido que minutos después tomaríamos.

La presión ejercida en la naranja, hacía salir el contenido de ella. ¿Qué hace la presión en nuestras vidas? Lo mismo que la ejercida por Pablo José en la naranja: saca a relucir lo que tenemos dentro.

La humillación que en ocasiones está implícita en una prueba tiene como objetivo poner en evidencia lo que en nuestro corazón hay. Nuestra vida es probada y la prueba es permitida con el fin de mostrarnos de qué estamos hechos internamente, sacar a relucir el grado de fidelidad que hemos adquirido hacia Dios y mostrarnos cuánto le hemos permitido obrar en nuestras vidas.  

El plan celestial en una dificultad es traer a su alma el recuerdo del obrar pasado de Dios en su vida. Comprobando la fidelidad de Dios en las circunstancias adversas del pasado es más sencillo que tomemos la confianza que se hubiera depositado en ese momento.

No piense que lo que Dios pretende en medio de una dificultad es poner en evidencia nuestras carencias. Es todo lo contrario. Él pretende que en medio de la dificultad saquemos a relucir lo bueno de nuestras vidas. Su objetivo es mostrarnos cuán capaces somos de salir adelante cuando nos disponemos a confiar y depender de Él.

Su fin es enseñarnos que contamos con su respaldo divino y que nuestro mejor esfuerzo será galardonado con resultados buenos a nuestras vidas cuando nos disponemos a trabajar en equipo con Él.

La prueba pretende que mostremos fidelidad a los principios de Dios, porque en esa muestra podremos encontrarnos de cara a un Dios que ha permanecido fiel en todo momento y que aún nuestra prueba dure 40 minutos, días o años siempre hay una tierra prometida que poder disfrutar.