Devocional Indecisión

Indecisión «Así que, yo de esta manera corro, no como indeciso; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire» (1 Coríntios 9:26).2 

Un pastor estaba cansado de la apatía en toda su congregación y decidió que algo debía ser hecho para que la situación fuese alterada.  En cierta reunión él se levantó y con voz firme habló: «Si existe una cosa que no puede haber en la iglesia, hermanos, ¡es indecisión!  ¿Indecisión, ustedes oyeron?» La congregación continuó mirando para su líder sin ninguna reacción expresiva.  Todos continuaron inmóviles como antes.  Determinado a conseguir algún tipo de respuesta y, apuntando para un diácono que estaba sentado adelante, preguntó: «Diácono Juan, ¿qué usted diría para la iglesia al respeto de la indecisión?» «Yo no estoy seguro, Reverendo», dijo el diácono Juan.  «Yo no puedo decir que estoy a favor y ni contra».

La vida indecisa no combina con el verdadero cristiano.  Éste sabe lo que Dios quiere y, por tanto, sabe lo que él propio anhela.  Quiere ser un hijo obediente, ser una bendición en las manos del Señor, ser un instrumento de vida para todos que lo conocen.  Él no se satisface con una vida huera, sin perspectivas, sin osadía, sin desafíos, sin conquistas.  Si la Palabra de Dios dice que él es más que vencedor, ¿por qué si conformar con fracasos y apatía?  ¿Por qué resignarse a se poner sentado y postrado cuando su lugar es en pie, actuando por la causa del Maestro?

Dios nos llamó para que Lo representásemos aquí en la tierra.  Él nos envió a predicar el Evangelio.  Él nos dio la tarea de testificar en todos los lugares con respecto a nuestra fe y de las maravillas que hemos experimentado desde que el Señor Jesus empezó a habitar en nuestros corazones.

No somos indecisos.  Sabemos en quien hemos creído.  Creemos que es un privilegio fabuloso servir al Dios de nuestra salvación.  No hay nada que nos dé más placer que cantar y glorificar a nuestro Dios.  No existe más ninguna duda en nuestras almas.  ¡Jesus es el Señor!  ¡En él está nuestra decisión!