Un día, el maestro nos pidió de tarea que lleváramos papas crudas y una bolsa de plástico.
Nos dijo que pusiéramos en la bolsa plástica una papa por cada persona a la que guardábamos resentimiento y escribiéramos su nombre en ella.
Nos pidió que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de papas en la mochila.
¡Algunas bolsas eran realmente pesadas!
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realmente para reflexionar