BLOG  GENERACIÓN Y

“¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe, si sus hechos no lo demuestran? Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe está muerta si no va acompañada de hechos”.*

 Una frase que se popularizó en mi país – en especial durante una de las épocas más tristes de la historia reciente de la Argentina – es aquella que en tono de consejo (pero con tintes de orden) recomendaba: -“¡No te metas!”

Mientras pensaba en esto, encontré en la Internet una descripción vívida escrita por Yoani Sánchez en su galardonado blog. Desde Cuba, ella describe así su propia experiencia al respecto: -“Estoy consciente de que he callado, que he permitido a unos pocos gobernar mi isla como si de una hacienda se tratara. Simulé y acepté que otros tomaran las decisiones que nos tocaban a todos, mientras me escudaba en el hecho de ser demasiado joven, demasiado frágil. Soy responsable de haberme colgado la máscara, de haber usado a mi hijo y a mi familia como argumento para no atreverme. Aplaudí -como casi todos- y me fui de mi país cuando estuve harta, diciéndome que era más fácil olvidar que intentar cambiar algo. También cargo con la deuda de haberme dejado llevar -algunas veces- por el rencor o por la sospecha, que hicieron mella en mi vida. Toleré que me inocularan la paranoia y en mi adolescencia, una balsa en medio del mar, fue un deseo frecuentemente acariciado”.*

“¡No te metas!” “¡No es asunto tuyo!” “¡Sigue tu rumbo!”

Considerando su realidad nacional – signada por la ausencia de libertad de expresión – Yoani decidió hacer algo: -“En abril de 2007 me enredé en la aventura de tener un blog llamado ‘Generación Y’ que he definido como ‘un ejercicio de cobardía’ pues me permite decir en este espacio lo que me está vedado en mi accionar cívico”.**

Ese “ejercicio de cobardía” – que no es otra cosa que luchar por superar el “¡No te metas!” – ha recibido el reconocimiento internacional, en el que se destaca el premio español Ortega y Gasset 2008 en la categoría de Periodismo Digital.

Yoani Sánchez señala: -“Podría pasarme el día asustada, escondiéndome de esos hombres apostados allá abajo. Llenaría cuartillas con los costos personales que me ha traído este blog y con los testimonios de quienes han sido ‘advertidos’ de que soy una persona peligrosa. Bastaría con que lo decidiera y cada uno de mis textos sería una larga queja o el dedo acusador de quien busca la culpa siempre afuera. Pero sucede que no me siento víctima, sino responsable”.*

“¡Responsable!”

Pensando en mi propia realidad, al considerar que vivimos en una época caracterizada por relaciones efímeras, caracteres endebles y calendarios cuya proyección futura suele ser la inmediatez del “aquí y el ahora”, me pliego desde este humilde espacio al llamado para que asumamos nuestra responsabilidad cotidiana (“hacernos cargo”) y obremos en consecuencia.

Porque entre otras realidades, las naciones debilitan sus espíritus si los ciudadanos que las componemos preferimos replegarnos hacia una pasividad silenciosa, olvidando que además de derechos también tenemos obligaciones. Entre ellas, la obligación de “meternos”…

Soy de los que creen que un mundo más justo, libre y solidario es posible si nos animamos a “ensuciarnos” con la realidad humana, si nos arriesgamos a enfrentar el miedo y nos aventuramos a conquistar las aparentes utopías. En otras palabras, si logramos que el “¡Sí, métete!” se ponga de moda.

CRISTIAN FRANCO