La persona de Jesucristo siempre ha suscitado grandes polémicas. ¿Superhombre? ¿Visionario? En realidad tenemos numerosas pruebas de que Jesucristo era Dios venido en forma humana para visitar la tierra y acercarse a los hombres. Varios de estos testimonios provienen no de creyentes sino de incrédulos que lo observaban y se extrañaban, diciendo: “¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!” (Juan 7:46). “¿Qué sabiduría es esta que le es dada?” (Marcos 6:2).

El ciego de nacimiento a quien el Señor dio la vista, interrogado por los que querían hacer creer que Jesús sólo era un engañador, les dio esta pertinente respuesta: “Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego. Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer” (Juan 9:32-33).

La resurrección de Cristo, atestiguada por más de quinientas personas (1 Corintios 15:6), es la demostración de lo que él mismo declaró: “Yo soy la resurrección y la vida”. Entre los falsos profetas que se proclamaron enviados por Dios, ¿quiénes dieron semejantes pruebasí
A sus discípulos, Jesús formula esta pregunta: “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?”. Respondamos como Pedro: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16).