Vale la pena entregarse por entero a la causa de Dios, aunque las demandas que estas conllevan carezcan de atractivo.

Vale la pena aunque en el desempeño tu mision por la tierra efrentes todo tipo de sufrimientos y constantes oposiciones.

Vale la pena aunque todo se te presente arido y sin sentido.

Que importante es que todos aquellos que desempeñamos un ministerio especifico en la obra del Señor, no perdamos el objetivo por el cual estamos aca.

Ante todo recordemos que no hemos venido a hacer nuestra voluntad, sino la voluntad de quien nos ha enviado.

Desempeña tu trabajo en la obra del Señor, no con la mirada puesta en tus intereses o en tu bienestar sino en los intereses del Reino, con la mirada puesta en Cristo.

Definitivamente que para que el desempeño que llevamos en la obra del Señor no pierda interes, ni se desvíe de rumbo, es necesario que constantemente cultivemos nuestra vida espiritual; es la unica forma como el Espíritu Santo nos mantendra conscientes de lo que
hemos venido hacer aca, nos hara valientes para enfrentarnos contra nuestros opositores y para que le encontremos pasion a lo que hagamos todos los días mientras vivamos en este mundo.

TRABAJAD, NO POR LA COMIDA QUE PERECE, SINO POR LA COMIDA QUE A VIDA ETERNA PERMANECE.
Juan 6:27.

Jose Alfredo Lievano.
[email protected]
San Salvador, El Salvador, C.A.
Viernes 30 de septiembre 2005.