¿Auténticos Cristianos O No?

«No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos» (Mateo 7:21).

No es lo que nosotros comemos pero lo que nosotros digerimos eso nos hace fuertes; no es lo que nosotros ganamos pero lo que nosotros preservamos eso nos hace ricos; no es lo que nosotros leemos pero lo que nosotros recordamos eso nos hace instruidos; y no es lo qué nosotros profesamos pero lo que nosotros practicamos eso nos hace cristianos.

Muchas veces vamos a la iglesia, nos levantamos cuando la Palabra de Dios es leída, cantamos cuando los bellos himnos son entonados, mantemonos sentados oyendo el sermón y, cuando vamos para casa, saludamos a todos con una sonrisa en los labios. ¿Somos, por eso, verdaderos cristianosí

La respuesta puede ser sí o no. ¿Y despuésí ¿Y fuera de aquél ambiente de culto? ¿Como actuamos cuando estamos fuera de la iglesia? ¿Como nos portamos en nuestro trabajo, o en el local donde estudiamos, o en la esquina, cuando conversamos con amigosí ¿El mismo Espíritu nos reviste?
¿Nuestro testimonio continúa firme, inabalável y definitivo?

No es aquello que decimos que, realmente, confirma nuestra condición espiritual. No es el libro que traemos en la mano que prueba nuestra santidad. No es una tarjeta de miembro de una iglesia que me garantiza un lugar en el Cielo de gloria.

Ser un auténtico cristiano exige una vida espiritual constante, en todas las situaciones y circunstancias. El lugar oscuro necesita clarear con mi llegada; el ambiente pesado debe si volver leve con mis palabras; la atmósfera de incertidumbres necesita se rendir delante de la Verdad que existe en mi corazón.

¿Somos o no, auténticos cristianosí