La historia del mundo podría resumirse en cinco palabras: Élágrimas… muerte… llanto… clamor… dolor?. Esto es lo que ha caracterizado a la tierra actual a causa del pecado, desde el primer paraíso al principio de la Escritura. Pero al final de ésta, Dios deja entrever otro paraíso en la nueva creación, en el cual habitará la justicia, pues el pecado y sus tristes consecuencias habrán sido abolidos. (2 Pedro 3:13).

       Entonces todo lo que ha caracterizado a la tierra actual habrá desaparecido. En este mundo los creyentes han conocido la aflicción, pero luego conocerán perfectamente el gozo; han conocido la muerte y sus consecuencias, entonces conocerán una vida que no acabará; conocerán la dicha en lugar del dolor.

       En esa nueva creación los redimidos de Jesucristo no serán como Adán en la inocencia, sino que sabrán apreciar de manera perfecta lo que Dios habrá preparado para ellos, después de que hayan padecido todas las desdichas que el pecado introdujo en la primera creación. El mejor de los mundos es el estar en la presencia de Dios.