Ilustraciones Bíblicas – Pasando Por abajo Del Portón

«Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos» (Mateo 18:2, 3).

Todos nosotros ya fuimos, por lo menos una vez, a visitar el Jardín Zoológico. No sé si aún es así, pero, cuando yo era pequeño, había, en la entrada, un portón bien bajo donde los niños que pasasen, en pie, bajo él, no necesitaban pagar la entrada. El tamaño también determina si una persona puede o no entrar en el Cielo. Cuando los discípulos de Cristo Le preguntaron quién era el mayor en el reino del Cielo, Él llamó un pequeño niño y dijo que el mayor sería aquél que se hiciese como él.

Cuántas veces, para mostrar nuestra fuerza e importancia, nos tornamos arrogantes y prepotentes, cual si todos los demás nos fuesen inferiores. Cuando actuamos de esa forma, no conseguimos pasar debajo del portón celestial.

Cuando vivimos murmurando por todo, reivindicando derechos que muchas veces no tenemos, cuando dejamos que la vanidad dirija nuestros pasos, cuando el orgullo nos hace caminar mirando a todos de encima para bajo, intentamos, pero no conseguimos, pasar bajo los límites del portón celestial.

Cuando abrimos nuestro corazón a el Salvador, cuando reconocemos que nada somos sin la gracia y la bendición de Dios, cuando nos preocupamos no apenas con nosotros pero con todos aquéllos que nos rodean, cuando valoramos el trabajo y los talentos de nuestros hermanos y amigos, el Señor Jesús crece en nuestra vida y nosotros aplicamos, y, de esa manera, pasamos, con facilidad, bajo el portón celestial.

En el Jardín Zoológico, aquéllos que no conseguían pasar por bajo del portón, tenían aún la posibilidad de comprar el billete y entrar, pero, en el Cielo de gloria, apenas los que consiguen pasar por aquel portón bajo serán aceptados.

¿Va a buscar estar apto a entrar por el portón o arriesgarse a quedar del lado de fuera.