¡Un buen consejo para avanzar en el Liderazgo Juvenil!

“Liderazgo es Influencia”, sea en forma positiva o negativa, el liderazgo siempre se va a desarrollar a través de la influencia que esa persona tenga sobre nosotros.

Se tú mismo:

Un error muy común de muchos líderes cristianos es que no adoptamos los modelos buenos de aprendizaje, sino que por el contrario imitamos los gestos, movimientos, ademanes y forma de ser de aquella persona que nos influencia.

No siempre las segundas partes son buenas, esa máxima debe estar presente en nuestro liderazgo. Por ejemplo algunas películas, poseen buenas segundas y hasta terceras partes esto es debido a que en cada una de las zagas el personaje ha cambiado, o se agrega algo nuevo o es una temática diferente.

Es por eso que podemos notar que todas las segundas partes, no siempre son buenas. En el liderazgo sucede lo mismo, si un líder es bueno, no quiere decir que ahora el clon que acaba de nacer lo será.

Los clones cristianos tienen éxitos momentáneos, pero tarde o temprano el papel se les cae pues no logran sostenerlo, ya que no es la esencia de la persona.

Tenemos una esencia directa, si lo notamos bien no existen dos seres humanos con huellas digitales iguales. De igual manera funciona en el liderazgo, cada líder tiene una esencia única para desarrollar.

Pablo dijo “Sed imitadores de mi”, (1 Corintios 11:1), y a partir de ahí tenemos cientos de clones cristianos, ahora bien, la frase completa es “a como yo lo soy de Cristo”, Pablo acá nos esta dando una lección de vida, no de imitación a imagen y semejanza de la persona que admiro o sigo.

Constantemente muchos chicos en el liderazgo sienten que han tocado techo y que no avanzan, considero que una de las razones de porque no avanzan es que han centrado su liderazgo en tratar de llegar a ser como ese líder que admiran… Es ahí donde perdemos la esencia del llamado.

Cuando yo comienzo a crecer debo tener mentores, personas que vayan adelante que me modelen “vida”, es decir que prediquen con su vida, que sus hechos sean suficiente como para no externar palabras, debemos ser seguidores e imitadores de lideres que nos modelen vida.

¿Qué hacer con respecto a querer adoptar un estilo?… Esto es normal, en algún momento de nuestra vida queremos llegar a ser como el cantante “x” o el ministro “y”, eso es bueno.

Por ejemplo, yo soy admirador de modelos de vida como Lucas Leys, Dante Gebel, Junior Zapata, John Vereccken, Marcos Witt, Tony Campolo, Dagoberto Mendoza  y muchos más, pero de ellos debo aprender aspectos específicos, por ejemplo:

Son dinámicos.

Ágiles en el mensaje, mantienen siempre al auditorio con expectativa.

No dicen algo, por el contrario tienen algo que decir.

Saben adecuarse a los tiempos establecidos por el anfitrión, y dominan el espacio (pulpito o tarima), es decir no se mantienen estáticos, por el contrario aprovechan el espacio de movimiento que tienen a disposición.

Son personas de oración.

Estudian y crecen constantemente.

Son innovadores.

Como ves son cualidades de ellos las que yo debo imitar para alcanzar éxito y ser incluso mejor que ellos.

Pero eso no lo lograría imitando su modo de vestir, hablar, predicar, caminar y muchos detalles mas, los cuales por lo general son el común denominador de aquellos clones cristianos que existen hoy en día.

Entonces si quieres desarrollar tu máximo potencial en el ministerio juvenil, nunca olvides:

1. No todas las segundas partes son buenas.
2. Tienes una esencia única.
3. Aprende de ejemplos de vida.
4. Tu relación con Dios debe mejorar cada día.

En pocas palabras, trabaja fuertemente por ser tu mismo:

“Así fuiste diseñado, así serás grandemente usado por Dios”.

Creciendo contigo……

Jou