DEVOCIONAL DIARIO – CONTRASENTIDO

«¿Por qué te entrometes, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? gritó con fuerza. ¡Te ruego por Dios que no me atormentes!» Marcos 5:7 (NVI)

¡Qué pedido tan claro!, frente a esta situación indudablemente Jesucristo accedería a un pedido tan intenso. Pero para comprender la gravedad del pedido, debemos entender quien lo está pidiendo.

El pedido de no ser atormentado, lo hace un demonio que estaba residiendo en un hombre de Gadara. Este endemoniado había sido una persona común y corriente pero fue poseído y su vida cambió drásticamente. Cuando Cristo llegó a la zona, este hombre era el terror de la región. Vivía en el cementerio, estaba totalmente desnudo, agredía a los que estaban cerca, se autoflagelaba. Muchas veces los vecinos quisieron atarlo con cadenas para que no causara más problemas, pero este hombre endemoniado rompía las cadenas y continuaba su marcha destructora.

No tenía hogar, no tenía familia, no tenía amigos, no tenía paz, vivía dominado por demonios inmundos que solo le causaban males y problemas. Esos mismos demonios que habían dañado durante tanto tiempo a este hombre y lo habían atormentado durante tantos meses, eran los que ahora le estaban pidiendo a Jesucristo que no los atormente.

Es un absoluto contrasentido. No hay lógica ni justicia en este pedido. Pero el diablo actúa de esta manera. Siempre daña y pretende no ser dañado. Siempre miente, pero no quiere que le mientan. Siempre roba, pero no quiere que le saquen nada. El atormentador no quiere ser atormentado, el violento no quiere sufrir violencia.

Y esta conducta que censuramos de los demonios, es la misma que vemos a diario entre los seres humanos. El chismoso se enoja si hacen algún comentario de él. El ladrón se ofende si alguien le roba. El violento se molesta si alguien lo increpa. Y exigen no sufrir los males que él mismo genera. Es la típica actitud del diablo, que genera males para los otros pero se ofende cuando recibe lo que cosechó.

Deberíamos aprender del evento de Gadara, a cuidar nuestras actitudes y revisar como estamos actuando. Si imitamos la actitud de los demonios, estamos copiando la filosofía del diablo. Si analizás tus últimas actitudes, ¿a quien estás copiando? ¿actuás como el demonio del gadareno?

Dios te de la conciencia y la sensibilidad para actuar como Él quiere.

REFLEXIÓN – No vivas el contrasentido de Gadara.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany