Reflexiones – Nombre Muy Especial

«… regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos» (Lucas 10:20).

Un día, Harry Emerson Fosdick, famoso líder cristiano americano, mientras daba un paseo, encontró algunos hermanos prójimos de su iglesia en Riverdale, Nueva York. Entre muchos saludos, saludó a una madre y su hija de cuatro años de edad. Al dejarlas, Fosdick dijo a la pequeña niña:
«Diga su papá que usted habló con Dr. Harry Emerson Fosdick esta mañana». Inmediatamente la niña contestó: «Y usted, diga su mamá que usted conversó con Susie Smith.»

La ingenuidad de aquella niña nos lleva a sonreír y reflexionar sobre la importancia de valorar a la persona que nosotros somos. ¡Al final, somos hijos de Dios! Fue por nuestra causa que el Señor vino a este mundo, nació de una virgen y murió en una cruz. Todo Él lo hizo por amor a nosotros. Estábamos perdidos y fuimos salvos. Estábamos sin rumbo y hoy sabemos para donde estamos yendo. Estábamos lejos del Padre y ahora, reaproximados, podemos contar con Su cariño, Su atenciones y protección. Somos más que un simple nombre — ¡somos ciudadanos de los Cielos! ¡Qué dicha!

¿Cómo usted ha manejado eso? ¿Está plenamente consciente de qué tiene gran valor? ¿O vive se acongojando y diciendo que no es nada y que nadie se importa con sus luchas y problemasí

¡El Señor Jesus se importa! Y está presto a extender su mano para acariciar su cabeza y para decir: «Puedes contar conmigo en cualquier situación». Eres especial para mí y mí placer es te bendecir abundantemente.

Recuerde siempre que tu seas Ana, o Juan, o Carmen, o Renato, o otro nombre maravilloso. Es alguien a quien Dios ama sobremanera. No importa si es una persona famosa o desconocida, rica o pobre, joven o vieja de edad… lo más importante es que su nombre está escrito en el Libro de la Vida del Señor. ¡Está escrito en los Cielos!

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