Mensajes – Cuando todo está gris

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación.” (Filipenses 4:13-14 RV60)

No es algo oculto ni extraño el hecho que las personas solemos desanimarnos, miramos hacia el futuro y, tomando en cuenta nuestro presente, nos decimos “todo está mal” y nos echamos a morir, cuando eso pasa, todo está gris. Cuando todo esta gris cuestionamos a Dios, eso porque oramos, leemos la Palabra, le contamos a Dios nuestros problemas y aun así todo sigue mal, es curioso que cuando eso pasa nos ponemos algo antisociales, dentro de nuestro adolorido ego (porque las cosas no salen como esperamos) y nuestro dolido corazón (porque nos desanimamos y nos da pena) solemos rechazar a la gente, o al menos ponernos distantes y fríos, tal vez llamando la atención o simplemente encerrándonos en nuestra mente.

Cuando estamos en esta situación solemos recordar el popular versículo hallado en la carta de Pablo a los Filipenses “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, es realmente motivante e inspirador escuchar o leer dicho versículo. Nos llena de energías y nos alienta a enfrentar toda situación por horrible que sea con los ojos puestos en Cristo, nuestro ser se emociona y llena de valentía… y es ahí precisamente donde cometemos un error, nos dejamos llevar por nuestras emociones. Dentro de la emoción de haber leído aquel versículo creemos que ya nada podrá derribarnos, pero ojo, es el Señor quien nos fortalece, no somos nosotros mismos. El que todo lo podamos en Cristo que nos fortalece implica que Jesús fortalecerá nuestra persona, pero, ¿Cómo hará para fortalecernosí Inocentemente solemos creer que bajará un ángel del cielo y nos dirá “¡ánimo!”, no digo que sea imposible que eso ocurra, Dios hace las cosas de maneras misteriosas, pero si es poco probable que dé a lugar tal divina manifestación. Lo más probable es que Dios nos anime a través de la Palabra, de algún mensaje especial y de la gente que nos rodea, la iglesia, la familia, un amigo, pareja, etc.

“No es bueno que el hombre esté solo” dijo el Señor en Génesis 2:18. Los humanos somos seres sociales, necesitamos estar en sociedad para apoyarnos los unos a los otros. Basta hacer una mirada panorámica a la historia de la humanidad para notar que el humano siempre ha estado en grupo lo cual ha sido clave para la civilización. Del mismo modo el pueblo de Dios, para que sea pueblo, necesita estar en sociedad. La palabra “Iglesia” viene del griego “ekkl?sía” que significa “asamblea” es decir un grupo de personas reunidas con un fin.

En la carta a los Hebreos se nos recomienda “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras” (Hebreos 10:24). Esto nos muestra la importancia que veía la iglesia primitiva en estar unida.

Podemos apreciar que Dios quiere que compartamos con las demás personas. El versículo Filipenses 4:13 es realmente inspirador, pero no dejemos de lado el versículo 14 “Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación.” Pablo, quien escribió aquel pasaje inspirado por Dios vio cuan fundamental es contar con Cristo para fortalecernos (v.13), pero al mismo tiempo acepta lo importante que es el apoyo fraternal para recibir aquella fortaleza divina por parte de Jesús. Es por esto que si bien dentro de nuestros problemas debemos confiar y orar a Dios, también debemos contar con nuestros hermanos en Cristo, los amigos que Dios nos dio, nuestra familia, las autoridades de la Iglesia, etc., para apoyarnos.

Cuando todo esta gris miramos el futuro de una manera horrible a partir de las circunstancias del presente o inclusive malas experiencias del pasado, cuando eso pase confiemos en Dios, oremos, leamos la palabra, pero también contemos con el consejo, la intercesión, la compañía y alegría que entregan aquellas personas que Dios puso al lado de nosotros, de ese modo cuando todo este gris podremos ver más colores con nuestros ojos.

Dios les bendiga

Por: Javier Kaqui Concha Pacheco