Mensajes – Labrador con trillo y vara

«Escuchen, oigan mi voz; presten atención, oigan mi palabra: Cuando un agricultor ara para sembrar, ¿lo hace sin descanso? ¿Se pasa todos los días rompiendo y rastrillando su terreno? Después de que ha emparejado la superficie, ¿no siembra eneldo y esparce comino? ¿No siembra trigo en hileras, cebada en el lugar debido, y centeno en las orillasí Es Dios quien lo instruye y le enseña cómo hacerlo. Porque no se trilla el eneldo con rastrillo, ni sobre el comino se pasa una rueda de carreta, sino que el eneldo se golpea con una vara, y el comino con un palo. El grano se tritura, pero no demasiado, ni tampoco se trilla sin descanso. Se le pasan las ruedas de la carreta, pero los caballos no lo trituran. También esto viene del Señor Todopoderoso, admirable por su consejo y magnífico por su sabiduría». Isaías 28:23-29.

Una vez mi esposo compartió con la iglesia una frase que me gustó mucho, fue algo que Dios le susurró al oído y que a él lo dejó impactado por eso apenas salió de su estudio nos llamó a todas para informarnos esta novedad: «Dios es un agricultor y no un jardinero», el agricultor cuida sus plantas para que estas produzcan fruto, el jardinero sólo quiere ver que las flores den hermosas plantas que adornan, pero no alimentan.

El domingo en la iglesia entonces afinó el mensaje y nos dijo, algunos creyentes se creen «florecitas» por eso quiere que su pastor las cuide y las mantenga bellas y olorosas, pero el trabajo del pastor va más allá de abonar y proteger las florecitas, todo pastor quiere ver plantas que den semilla, y árboles que den su fruto con semilla, frutos que demuestren arrepentimiento, porque a cada árbol se le reconoce por su propio fruto.

No se recogen higos de los arbustos ni se cosechan uvas de las malezas.

Que bueno que nuestro padre no nos dejó solos en el trabajo de formar y hacer crecer estas plantas que se multiplicarán, su concejo está listo para que no cometamos errores, deslices que pueden llevar a una prometedora plantita a quedarse en un proyecto frustrado. Por eso la parábola de Isaías veintiocho nos da claves para sembrar con sabiduría. El agricultor debe arar, pero también debe darse un tiempo para descansar, ¿Debe el agricultor romper y quebrar todos los días sin descansar la tierra? Claro que no, puede terminar maltratándola, debe darle a ella y a él mismo un tiempo para descansar.

Cada plantita necesita un trato especial y diferente: «Después que hubiere igualado su superficie, ¿no derramará la neguilla, sembrará el comino, pondrá el trigo por su orden, y la cebada en su señal, y la avena en su término? Porque su Dios le instruye, y le enseña á juicio. Que la neguilla no se trillará con trillo, ni sobre el comino rodará rueda de carreta; sino que con un palo se sacude la neguilla, y el comino con una vara. El pan se trilla; mas no siempre lo trillará, ni lo comprimirá con la rueda de su carreta, ni lo quebrantará con los dientes de su trillo. También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría».

En esta parábola se ve claramente que Israel iba a ser castigado por Dios, El los había medido y dentro del tiempo semejante al del sembrador le daría el juicio que se merecía, era necesario usar el trillo nuevo, lleno de dientes y hasta la vara para sacudir las escorias de la planta, este es el modelo que veo de mi Señor, un Pastor Compasivo y protector, pero también un Labrador que cuidaba sus plantas con el fin que ellas puedan producir frutos de justicia, de amor y bendición.

Yo no quiero ser una florcita que sólo se vea linda y sin ningún beneficio más que de adorno, quiero imitar a mi Vid Bendita, quiero ser uno de sus pámpanos reproductores y dar mucho fruto que se siga multiplicando y trayendo el Reino de Dios, hoy he aprendido muchas cosas en mi tiempo con mi Padre y Sembrador, espero que la semilla también caiga en buena tierra y puedas dar fruto hoy a otros del amor de Dios.

Los quiero mucho

Martha Vílchez de Bardales