Devocional – No estorbemos la voluntad de Dios

Por tanto, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros al creer en el Señor Jesucristo, ¿quién soy yo para pretender estorbar a Diosí Hechos 11: 17

Los creyentes judíos se vieron obligados a reconocer que Dios iba a salvar a los gentiles bajo las mismas condiciones que a ellos,  así por medios divinos más bien que por decisión humana, la puerta quedó abierta para los gentiles.  Si llegamos a reconocer algún mover claro de Dios, seremos sabios si nos unimos a él.  Tal vez no sea lo que anticipábamos o esperábamos pero Dios es quien manda no nosotros, ¿Quién eres tú para estorbar a Diosí

A los creyentes judíos nunca se les pasó por la cabeza que Dios realmente pudiera darles el Espíritu Santo a los gentiles que creyeron como se los había dado a los judíos que creyeron en Jesús.  Pero tan pronto vieron la verdad con sus propios ojos, reaccionaron correctamente alabando a Dios.  «Así que, si Dios les dio el mismo don también como a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar á Diosí Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron á Dios, diciendo: De manera que también á los Gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida».

Más de una vez he participado de reuniones de diferentes denominaciones, ya sea que fueran asambleas, talleres, congresos, campañas, conciertos o conferencias, nunca han faltado las bromas entre los participantes acerca de las diferencias  o énfasis doctrinales que nos hacen independientes y particulares, creo que nuestros líderes tienen un gran sentido de humor, porque no he visto nunca que alguien se vaya corriendo después de alguna broma dicha para romper el hielo de la solemnidad entre colegas.  Que bueno que podamos llamarnos cristianos evangélicos y sentirnos unidos como un solo cuerpo.

Me llama poderosamente la atención la frase fuerte de Pedro: ¿Quién soy yo para pretender estorbar a Diosí Dios tenía planes para aquellos extranjeros, como ahora Él quiere el camino libre para llevar a quien quiere por la senda predestinada, por lo tanto, ¿quiénes somos nosotros para poner juicios, levantar rumores, sembrar cizaña y división?  «Mas Dios no puso estorbo. Ellos son los que, rebeldes a la luz, Nunca conocieron sus caminos, Ni estuvieron en sus veredas.» Job 24:11-13 R.V. antigua. «Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre: si yo hiciere, ¿quién lo estorbará?Isaías 43:13.

¡Que difícil se hace a veces ser un observador de triunfos ajenos y alegrarse con ellos! Somos más llevados a mirar con recelo, dudar de las buenas intenciones, y es como si en la punta de la lengua estuvieran listas las palabras que estorban el ministerio de otros porque no son como nosotros, hermanos, esto no debe ser así.  «Por tanto nosotros también, teniendo en derredor nuestro una tan grande nube de testigos, despojémonos del pecado que nos estorba, en especial  el peso del pecado que nos rodea, y corramos con paciencia la carrera que nos es propuesta, puestos los ojos en al autor y consumador de la fe, en Jesús; el cual, habiéndole sido propuesto gozo, sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y sentóse a la diestra del trono de Dios».  Hebreos 12:1-2.

Busquemos la unidad del cuerpo de Cristo, para que nuestras oraciones no tengan estorbo.

Con amor

Martha Vílchez de Bardales