Reflexiones Cristianas – ¿Qué Más Podríamos Anhelar?

«¿Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabaisí» (Gálatas 4:15)

En la antigua serie de cuadros, un niño vino hasta Charlie Brown y dijo: «Sí, señor, Charlie Brown. Abrahan Lincoln fue un grande hombre. . . . Charlie Brown, ¿le gustaría haber sido Abrahan Lincoln?» Él reflexionó por un instante y contestó: «Bien, yo no sé… ¡Yo ya me esfuerzo para ser el viejo Charlie Brown!»

Cuanto tiempo perdemos y cuántas oportunidades dejamos pasar simplemente porque queremos ser aquello que no somos. No disfrutamos la tan soñada dicha que creemos, tendríamos, si fuésemos otra persona y también no vivimos la real dicha que Dios nos dispuso siendo aquello que ahora somos.

Tenemos una vida buena y tranquila, pero envidiamos a las personas que, a nuestro ver, tienen vida mejor que la nuestra. Tenemos una familia maravillosa, pero, no dormimos en paz imaginando como sería bueno si nuestra familia fuese otra. Y, mientras eso acontece, nuestros días son insípidos y nuestras vidas huecas.

¡Somos hijos de Dios! ¿Habría una vida mejor qué ésta?
Tenemos Cristo en el corazón. ¿Podríamos tener un invitado más ilustre en nuestra casa? Somos más que vencedores. ¿Que más podríamos anhelar? Nuestros nombres están incluidos en el Libro de la Vida. ¿Habría dádiva mayor a ansiar? El Señor nos dispuso una casa en los Cielos. ¿Existe un patrimonio mayor que éste por el cuál vendríamos a buscar?

Y si tenemos todo lo que necesitamos para una vida de placer y dicha, ¿por qué eso aún no acontece? ¿Cual el motivo de nuestra insatisfacción y murmuracionesí

Es hora de que empecemos a vivir abundantemente.
Es hora de alabar y agradecer a Dios por todo lo que somos y por todo qué Él nos da. Es hora de reconocer que no necesitamos de más nada para ser felices.