El Libro De La Vida Del Cordero (Apocalipsis)

«No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero» (Apocalipsis 21:27).

«Cuando nosotros estábamos volviendo de la Escuela Bíblica de Vacaciones, en cierto día de verano, mi hija pequeña, Melissa, pidió para que paremos en la Biblioteca. Yo le pregunté por qué quería ir hasta la Biblioteca y ella me explicó: «Mi profesora dijo, esta mañana, que solo entraremos en el Cielo si nuestro nombre esté escrito en el Libro de la Vida del Cordero. Quiero estar convencida de que mi nombre está allá.» (Nuera Newport)

La lección de la Escuela Bíblica habló al corazón de la pequeña niña que quedó convencida de que su nombre necesitaba estar colocado en el Libro de Dios. Todo cuanto ella aprendió en aquéllos días de vacaciones se puso grabado en su corazón y ella no queria, de forma alguna, quedarse lejos de Dios por toda la eternidad. A pesar de aún ser muy joven, aquella niña se llenó de alegría con las promesas del Señor y decidió que su vida seguiría la voluntad de Dios y que disfrutaría su amor, Su gracia y Sus bendiciones.

¿Que pensamos nosotros al respeto de la vida eterna y de la salvación en Cristo? ¿Que valor hemos dado al hecho de Jesus haber muerto por nosotros para perdonar nuestros pecados e incluir nuestro nombre en Su Libro santo? ¿Que es más importante para nosotros: una vida incierta de placeres en este mundo o la vida para siempre con Dios en los Cielosí

A veces nos preocupamos tanto con nuestra vida material, con éxito y dinero, con una felicidad ficticia y pasajera, que olvidamos de alabar y adorar al Señor, de caminar en el centro de Su voluntad, de buscarlo para cada necesidad y decisión a tomar. Creemos que somos capaces de conquistar nuestros sueños solos, de alcanzar éxito por nuestra propia capacidad, de alcanzar nuestros objetivos sin el auxilio de quienquiera que sea. Y, cuando percibimos qué somos fallos, que nuestra capacidad es limitada, que los consejos seguidos no eran buenos, recordamos del Señor. Corremos hasta Él en oración, pidiendo que nos ayude a salir del hueco en que nos metemos.

Todo sería más fácil y más tranquilo si Lo buscásemos en primer lugar. Mucho lloro y muchos chascos serían evitados y muchas bendiciones ya habrán sido recibidas.

¿Cree qué su nombre está escrito en el Libro de la Vida?