DEVOCIONALES – LO QUE PIDAS AL PADRE SERÁ HECHO

Los que llevan mucho fruto glorifican al Padre, y los que glorifican al Padre tienen de todo. Debemos dar fruto y tener acceso al poder de Dios, a la fuerza que no tenemos, pero que El nos da.

Cuando tú tienes comunión con Cristo y le obedeces, lo reflejas en tu fruto. Eso se llama vida abundante; tu vida es fructífera.

Aquel que da fruto, el Padre lo podará para que lleve más fruto.

La Palabra para dar fruto es positiva. Cuando dice: “honra a padre y madre”, es algo que debes hacer; pero la Palabra que dice que el que mentía no mienta más, eso es cortar, porque te están quitando algo.

La Palabra de Dios te agrega cosas y te quita cosas.

Cuando él te agrega, es para que des fruto; cuando te está cortando, es para que des más fruto. Cuando decimos cortando es que no hagas nada de lo que a él no le va a gustar, con el fin de que des el fruto que te pide en abundancia.

¿No sientes que has tropezado a veces en tu vida cristiana? Y sabes que tropezaste porque hay algo a lo que no has muerto, con lo que no has cortado, que no has dejado y el Señor te ha dicho qué es lo que El quiere que dejes. Entonces, tu crecimiento tropieza.

Cuando obedeces la Palabra para dar fruto, y para quitar todo aquello que impide dar más fruto, entonces permaneces en El.

Juan 15: 7. Dice “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho”.

Cuando has dado mucho fruto, el Señor dice: “¡Sí!”. Eso se llama acceso al poder de Dios, a la fuerza que no tienes, eso es ya no vivir de tus fuerzas ni de tus manos, es vivir sobre tus rodillas. Los que llevan mucho fruto glorifican al Padre y los que glorifican al Padre tienen Su aprobación.

Marcos 11:21-24. Entonces Pedro, acordándose, le dijo: Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.

Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: “Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”.

Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.

Pero mucha gente no pide creyendo, sino dudando; le pide a Dios como si El quisiera decir que no.

Nosotros debemos decirle a Dios que creemos totalmente que El nos puede dar lo que le pedimos. No importa si te encuentras enfermo, sin trabajo, si estás pasando por una crisis.

Marcos 11: 25. Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que esta en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.

Ninguna persona con falta de perdón consigue un “SI” de Dios; el mayor fruto se llama perdón, todos necesitamos darlo y pedirlo. AMEN.