Reflexión Cristiana ¿Vale Todo?

«… si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye» (Juan 9:31).

En un esfuerzo aparente para promover la expansión del mensaje del Evangelio, alguien en una ciudad importante decidió usar un espray de pintura para pintar el mensaje «Crea en Jesús» en las calzadas, viaductos y hasta en las cajas postales en la área del centro de la ciudad. Esto no era «evangelismo» pero si, «vandalismo». El mensaje correcto no justifica el uso de medios equivocados.

Como estamos trabajando para nuestro Dios. El Señor nos mandó a predicar su Palabra en todas partes , hasta en los lugares más remotos del mundo, y, así como seguimos a Sus mandamientos, debemos también seguir su enseñanzas cuando en la forma de comportarnos delante de la sociedad en la que vivimos.

¿Podemos decir que «vale todo» cuando el objetivo es hablar de Jesúsí ¿Tenemos el derecho de actuar de forma contraria a la enseñada por el propio Cristo? Al final, si somos «luz del mundo» y nuestro brillo necesita ser notado por todos, ¿como practicar actitudes que avergüenzan y entristecen al Señor de los señoresí

Hoy, en las emisoras de televisión y radio, vemos y oímos de todo con respecto a Jesús, menos que Él es el Señor y Salvador y que aquéllos que lo siguen deben vivir en Espíritu y en verdad. ¡El «vale todo»está totalmente abierto! El objetivo principal no es «quien creer será salvo» pero si, quien creer será rico, tendrá haciendas, coches importados, fortunas acumuladas en los bancos, luces colocados en sus rostros como «hombres y mujeres de éxito».
Aquí en la ciudad donde vivo, las reuniones son muy parecidas — bolígrafos de oro, llaves de oro, lluvia de oro en polvo… ¡menos Jesús!  La semana pasada, recibí en mi buzón un folleto convidandome a una semana de bendiciones en una determinada iglesia. Ellos decían: »  lunes– Como ser rico en pocos meses. El martes — Como pagar todas sus deudas rápidamente. El miércoles — Como comprar su coche nuevo y su casa de playa. El jueves…» ¡así por delante! No había un día siquiera en que la bendición era recibir a Jesús en el corazón, tener paz y vida abundante, ser feliz para siempre.

Así como ensuciar una ciudad con mensajes bíblicos no hace parte de la enseñanza bíblica para el hijo de Dios, también no hace parte del desvío del mensaje contenido en las Sagradas Escrituras. En el caso anterior, el mensaje era correcto y la forma no. En los ejemplos actuales, todo está equivocado.

En la vida cristiana, no podemos pensar que «vale todo».  Lo qué vale es obedecer al Señor y producir frutos que glorifiquen a Su nombre.