EL GRAN NEGOCIO DE ADÁN.

Anónimo:

Adán andaba por el huerto del Edén y se sentía muy solo.

Entonces, Dios le preguntó:

– ¿Qué te sucede, hijo mío?

Adán dijo que no tenía nadie con quién hablar.

Dios le dijo:

– Voy a darte una compañera, que será la mujer.

Y continuó:

-Esta persona cocinará para ti y lavará tu ropa.
Siempre estará de acuerdo con toda decisión que tomes.
Dará a luz a tus hijos y nunca te pedirá que te levantes en la mitad de
la noche para atenderlos.
No se quejará y siempre será la primera en admitir que estaba equivocada
cuando tengan algún desacuerdo.
Nunca le dolerá la cabeza, y te dará todo su amor y su consuelo cuando
los necesites.

Adán le preguntó a Dios:

-¿Cuánto me costará una mujer como esta?

Dios le respondió:

-Un brazo y una pierna.

Entonces Adán preguntó:

-¿Qué me darías por una costilla?

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