Versículo Bíblico:
"Los que están sobre las piedras son los que reciben la palabra con
alegría cuando la oyen, pero no tienen raíz.  Estos creen por algún
tiempo, pero se apartan cuando llega la prueba" Lucas 8:13

Los que viven quejándose o andan todo el tiempo inconformes guardan
en su corazón anhelos, deseos escondidos, ésto puede ser  el
producto de un sueño roto o una expectativa frustrada, o la
respuesta después de una prueba.
"Si me hubiera casado con el otro"
"Si hubiera acabado mi carrera"
"Si no tendría tantos hijos"
"Si ella se muriera"
"Si otra fuera mi cuna"

Cúantas frases necias salen de un corazón ingrato. Cuántas palabras
ociosas hay en la boca de aquellos que no comprenden los planes de
Dios.
¿Acaso el que vive a tu lado es un artefacto gastado que hay que
cambiar por uno más moderno y mejor equipado?
¿Acaso todos son responsables de tus fracasos y maldices la hora en
que te tocó tener la miserable suerte de venir a formar parte de
esta familia?

En el matrimonio hay momentos de gran felicidad y algarabía, pero
ocurren también momentos de crisis y confusión, si cada vez que
ocurre algo malo se te da por responder con un "si hubiera..." tengo
una palabra de Dios para tí.
Todos los momentos amargos pueden dar como resultado algo mejor que
rencor y frustración, si una vez amaste con todas tus fuerzas,
puedes continuar vivir enamorado toda tu vida, sólo debes aprender a
sacar perlas de la tempestad.
Las quejas, las ofensas, las penurias, las pruebas son como
tempestades de arena, encegecen, atormentan, provocan cólera y hace
que en respuesta reaccionemos ante ellas con ira y amargura.  Sal de
este círculo vicioso, no te hundas cada vez más en la frustración y
el desengaño, puedes salir victorioso y comprendiendo mejor la
voluntad de Dios o seguir amargandote con todo el mundo y continuar
frustrado. Busca las perlas, saca el beneficio a cada dolor.
Oración:  Padre, cada vez que me acerco a tí, debo postrarme y
llenar tus pies con mis lagrimas de arrepentimiento, me he dejado
dominar por la ira, he permitido que mi corazón guarde
resentimiento, no he visto tu bendición en cada prueba, he caído en
la necedad de la ingratitud.  Perdóname Padre mío. Sé propicio a mí
otra vez. Amén.

Busca perlas en momentos de crisis
Versículo Bíblico: "Dichoso el que resiste la tentación porque al
salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido
a quienes lo aman"
Santiago 1:12

Para concentrarme en hallar estas perlas primero debo corregir mi
reacción ante las dificultades. La clave es corregir mi reacción
ante la primera dificultad.
Buscar las cosas positivas, ver las cosas con los ojos de Dios y no
sujetarme otra vez al viejo hombre viciado con la maldad.
Si es posible hallar el tesoro escondido en el peor momento de
incertidumbre y dolor. 
MI suegro, el pastor Miguel Bardales Quiroz, fue un siervo de Dios
lleno de visión y amor por las ovejas que le tocó pastorear.
Un día le diagnosticaron un cancer irreversible, le dieron tres
meses de vida.  Toda la Iglesia se puso inmediatamente a orar con
devoción y ayuno cada día pidiéndole al Señor que retarde el llamado
de su pastor.  El Señor escuchó el clamor de sus hijos y mi suegro
vivió casi 12 años más.  En los ultimos dos años, ya no se pudo
levantar de su cama, pero toda la congregación se ingenió para
grabar sus prédicas en su dormitorio o llevarlo en silla de ruedas
para que saludara a su rebaño amado.
Recuerdo a mi suegro en las últimas semanas de su vida, casi ya no
hablaba, casi todo el tiempo dormía por el efecto de los calmantes. 
Un día que estábamos todos juntos  él abrió los ojos y con voz clara
y de autoridad miró a mi esposo, su hijo y le ordenó: "Lée
Deuteronomio 6" ¡Que difícil fue para él pronunciar este libro!, lo
pronunció con sus labios por última vez. Miguel leyó: "Estos son los
mandamientos, preceptos y normas que el Señor tu Dios mandó que yo
te enseñara, para que las pongas en práctica...Teme al Señor,
sírvele solamente a él y jura sólo en su nombre"
Esta es la perla que él nos dejó en medio de esta gran tribulación
de perder al pastor amado, al padre y al abuelo querido.
El nos enseñó a saber reaccionar ante una prueba dolorosa, nos
enseñó a no desesperarnos, nos enseñó a no maldecir, nos enseñó a no
dudar de su presencia con nosotros todo el tiempo de la agonía, la
perla que él nos dejó nos compaña todo este tiempo que hoy
enfrentamos.
¡Vives amargándote ente las pruebas, tus reacciones son de
desesperación y desonsuelo, mejor busca la perla escondida, todo
ayuda a bien a los hijos de Dios.

Dios te de clalridad para encontrar en medio de esta tempestad, la
perla de gran precio.
Martha Bardales.
[email protected]

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