REFLEXION CRISTIANA – CUANDO NO SABEMOS QUE HACER

«Oh Dios nuestro, ¿ no los juzgaras tu ? porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos que hacer, y a ti volvemos nuestros ojos»( 2- Crónicas 20 : 12 )

Llego el día cuando ya no puedes mas, y los pasos del enemigo los sientes a tus espaldas, es tan cercano el peligro que hasta puedes sentir la respiración de los que te acechan.

En ti surgen pensamientos confusos, y nada lógico parece funcionar a tu favor; la llegada de un nuevo día, es una nueva batalla en que te sentirás derrotado, con las puertas herméticamente selladas, olvidado y desorientado.

Con ese panorama al frente tuyo, te diré algo:

Así como estas ahora, ese es el escenario que Dios necesita para obrar el milagro de tu vida, ahora que todos los recursos fueron agotados, ahora que no hay ser humano en el planeta que se con duela a tu favor, y a los que podrías ocasionar les lastima, no pueden hacer nada por ti.

Ahora estas en el momento adecuado para que Dios te levante, deja todo en las manos de Dios, no metas ya tus manos, porque una nueva oportunidad para ti, esta diseñada en los cielos, y vendrá a ti, mucho mejor de lo que te imaginas.

El versículo citado dice :

«no sabemos que hacer, y a ti volvemos nuestros ojos»

Es necesario, volver nuestros ojos hacia Dios, urgentemente, y eso significa, dejarlo trabajar a El, que se encargue de todo, no olvides que tiene la capacidad de mover cielo y tierra para levantarte, para restaurarte y para alegrarte.

Animo ovejita de Dios, es tiempo de que busques un lugar apartado, y te entregues a la oración y al ayuno, busca consejos de tu pastor o de los ancianos, para que te orienten sobre la forma en la cual debes ayunar, pero, vamos, has un plan de consagración, te aseguro que sentirás una paz como jamas la hayas sentido, y podrás experimentar lo que es estar en paz, en medio de la tempestad; de lo que es confiar en Dios, en medio de la gran escasez; y de la alegría que da, aun con lágrimas en los ojos y en el alma, confesar que eres un hijo de Dios.

No lo olvides :

Cuando no sepas que hacer, no hagas nada, únicamente dirige tus ojos a Dios.

Oración:

Dios nuestro, te rogamos por todos tus hijos que se encuentran confundidos por los problemas, acechados por el enemigo, y desesperados por la escasez.

Ven amado Dios, enviá tu palabra para levantarlos, para orientarlos y para abrirles puertas para que puedan vivir, y dar un maravilloso testimonio de agradecimiento, al reconocer que tu eres Dios, que eres nuestro padre y también nuestro sustentador y proveedor.

En el nombre de Cristo Jesús,

Amen y Amen