Reflexión Cristiana – Cabellos Blancos

«Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz» (Efesios 5:8).

Una pequeña niña, sentada cerca de su madre en la cocina, la observaba lavando la loza del almuerzo. De repente, percibiendo varios filos blancos entre los cabellos negros de la madre, preguntó: «Mamá, ¿por qué algunos de sus cabellos son blancosí» La respuesta de la madre fue: «Bien, toda vez que tu haces algo equivocado y yo me pongo infeliz, uno de mis cabellos se pone blanco». La pequeña niña pensó un poco a respeto de la respuesta de la madre e hizo una nueva pregunta: «Mamá, ¿como fue que todos los cabellos de la nana se volvieron blancosí»

Aprovechando el anécdota de nuestra ilustración, ¿hasta que punto estamos dejando a nuestro Señor infeliz con nuestra rebeldía, indiferencia y desobediencia? Él nos amó, envió Su Hijo para pagar el precio de nuestros pecados, envió Su Espíritu para  consolarnos y para bendecirnos, se ha mostrado el mejor de los Amigos… y ¿qué Le hemos ofrecido a cambio?

Cuando nos olvidamos de Dios en nuestras decisiones, cuando lo colocamos en segúndo plano en nuestras vidas, cuando preferimos al mundo o sus atenciones y protección, cuando Lo ignoramos en todo lo que hacemos, entristecemos su corazón y, en un lenguaje puramente humano, Lo dejamos de cabellos blancos.

Él nos ama, quiere estar siempre a nuestro lado, quiere hacer parte de todos nuestros momentos diarios, quiere que agarremos en Sus manos para que no erremos el camino, para ser victoriosos y muy felices.

¿Y qué hemos hecho? ¿Cuáles han sido nuestras actitudesí No oramos más y eso significa que no queremos conversar con nuestro Dios. No leemos su Palabra y, así, estamos Diciéndole que no nos importamos con Su dirección. No buscamos comunión con los hermanos y, de esa manera, confesamos al Señor que los amigos del mundo son más preciosos, para nosotros, que la familia del Señor.