Devocional Diario – Los Pastores de Belén

«Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído, pues todo sucedió tal como se les había dicho.» Lucas 2:20 (NVI)

Me preguntaba, ¿Qué estarían haciendo un 2 de enero los pastores de Belén? No podemos saber con certeza, ya que la Biblia no dice nada. Pero si yo hubiera estado con ellos, hoy seguiría hablando de los ángeles que había visto, de las canciones que había escuchado y del milagro que había presenciado. ¡Una semana atrás habíamos visto a Dios nacer en la tierra! ¿Cómo no estaríamos hablando del mismo tema?

Hoy los comentarios que se escuchan es sobre el calor que está haciendo, y como están los centros turísticos. Pero ya nadie se acuerda de la navidad, menos de Jesucristo. Fue solo una buena excusa para comer un poco mejor y tener algún asueto laboral. Pero ya regresamos a la rutina diaria.

Albert Einstein estaba preocupado porque sostenía que en su tiempo, era más sencillo desarmar un átomo que un prejuicio. Pasaron varios años de su muerte y la situación en la sociedad humana no ha mejorado. Al contrario, empeoró. Y volvimos a enroscarnos en este prejuicio que la navidad solo es el 25 de diciembre. Volvimos a enredarnos en los hábitos cotidianos y nos desenfocamos de la realidad divina de ver a Jesucristo.

Esto, en lugar de mejorar nuestro estilo de vida, lo empeora y complica. Alejarnos de la comunión con Dios nos hace tropezar, equivocarnos al decidir y terminamos pecando. Una pendiente peligrosa y oscura. Apenas pasaron dos días del nuevo año y ya estamos haciendo lo mismo. ¿Entoncesí

Leí esta frase que me pareció excelente: Para alcanzar algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca hiciste. Cuando Dios te quita aquello que tenías agarrado, Él no está castigándote, sino simplemente abriendo tus manos para recibir algo mejor.

Quizá hoy sea el momento de romper con el prejuicio de una vida mediocre y decidirnos a vivir este 2012 con la potencia del Espíritu Santo dominando nuestro carácter, nuestros deseos, nuestros pensamientos y nuestra voluntad. De vivir cada día comprometidos en agradar a Dios, aunque la corriente vaya en contra. A mantener la santidad.

Porque al fin y al cabo, esta es la voluntad de Dios. Recuperemos el espíritu maravillado de los pastores, que estaban felices por haber visto la Gracia de Dios manifestada a los seres humanos.

REFLEXIÓN – La Voluntad de Dios no te llevará donde la Gracia de Dios no te proteja.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany