Cristianos, enfrentando el despido laboral. Parte tres
“Y EL DIOS DE LA ESPERANZA OS LLENE DE… PAZ…” (Romanos 15:13)
Por lo general, usamos la palabra “esperar” cuando queremos que ocurra algo pero no estamos seguros. Esperamos que el arreglo del automóvil no nos cueste demasiado. Esperamos que nuestros hijos vayan a la universidad. Esperamos que los análisis médicos sean buenos. Sin embargo, la esperanza no es hacerse ilusiones, es confiar en Dios. Entonces, ¿cómo mantenemos viva la esperanza cuando estamos desempleadosí “…Dios, fuente de esperanza, que los llene completamente de alegría y paz, porque confían en Él…” (Romanos 15:13 Nueva Traducción Viviente). Jon Gordon expone: “La histeria y el pánico creados por los medios de comunicación está incidiendo en nuestra psicología colectiva de manera negativa… la gente está más agobiada que nunca… como en una película de terror, lo que se teme se hace realidad… No obstante, hay que considerar que la economía no es un ente abstracto… nuestros pensamientos y nuestro comportamiento la crean. Entonces, ¿cómo es posible confiar cuando todo en lo que habíamos puesto nuestra fe se desmorona? Mi respuesta es: Hemos depositado nuestra fe en las cosas equivocadas… y ahora se dejan ver las grietas. Es una llamada de atención.”
Según Charles West: “Nos volvemos a Dios cuando se nos mueven los cimientos, y allí nos damos cuenta de que era Dios el que los estaba sacudiendo.” La seguridad es una falsa impresión. Una cuenta bancaria no te da poder… ni una cartera de inversiones te puede dar paz… nuestra meta primordial en la vida no puede ser un plan de pensiones… Estamos hechos para confiar en Dios… El verdadero poder existe no en lo que parece sólido y seguro, sino en lo que no se ve ni oye claramente… En lugar de empezar el día viendo la televisión, date un paseo y ora; en lugar de mirar hacia abajo para leer el periódico, mira hacia arriba, al cielo.” Haz la siguiente oración: ‘Señor, a veces mi esperanza no es más que algo ficticio, pero esperar en ti es diferente, porque me brindas una base sólida. En este día confío en tu fidelidad y en la promesa de que suplirás todas mis necesidades. Gracias, porque sé que lo harás. Amén.
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