¿Que es el Bien? Según el Rey Salomón

«¡Más reposo tiene éste que aquél! Y aun si aquél viviera mil años dos veces, sin gustar del bien, ¿acaso no van todos al mismo lugar?» Eclesiastés 6:6 (RVR)

Salomón escribe el libro de Eclesiastés con un dejo de negativismo. Era un hombre insatisfecho y despechado escribiendo sus vivencias. Había hecho más de lo que cualquier ser humano haya hecho jamás. Sus éxitos eran mucho mayores que cualquiera logrado por otro mortal. Sin embargo, este rey estaba decepcionado. Y después de mucho filosofar y probar, termina siempre con la misma reflexión.

Mientras leía este capítulo, me preguntaba que hubiera escrito Salomón en este siglo XXI tan feroz y veloz. Tal vez hubiera hablado de la búsqueda desesperada por ascender en las oficinas, que no repara en respeto, cuidado, ética o valores. Donde el fin justifica los medios, y todos son enemigos potenciales para robarnos el puesto o el aumento. O del desenfreno por lograr tener siempre la última tecnología. O el descuido de los valores personales. O la desvalorización del concepto de familia ponderando la diversión y el desenfreno.

Pero sin lugar a dudas, hubiera cerrado la idea con esta frase. Puedes vivir dos vidas de mil años cada una (el doble de lo que vivió Matusalén), pero si las vives sin gustar del bien, entonces no es vida. Es solo una acumulación de años, problemas y desencantos. El hombre que vivió la vida en todos sus extremos termina diciendo que la única vida real es poder vivirla gustando del bien. Al trabajo, a los éxitos, a la diversión, a la comida, a la familia, a cualquier actividad de la vida, si no se lubrica con «el bien», entonces está condenada a ser insatisfactoria.

Puede generar placer o bienestar en el corto plazo, pero siempre generará a la larga la vacía sensación de la vanidad. Salomón que la vivió nos recomienda esto. Y la pregunta obligada entonces es ¿que es gustar el bien?, porque la definición de bien, varía según quien la explique. No significa lo mismo «bien» para el comerciante de Dubai, que para el esquimal en Groenlandia, que para el taxista paquistaní en New York, que para el chico de la favela de Río de Janeiro, que para el quejoso porteño argentino.

Dios define que BIEN es el temor de Dios. Ponle eso a tu vida y disfrutala en plenitud.

REFLEXIÓN – Ponle el condimento de Dios a tu vida.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany