El Profeta Balán y la maldición a Israel
«Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?» Números 23:19 (NVI)
Balac, rey de Moab estaba viendo como el enorme pueblo de Israel avanzaba sin que nada ni nadie pudiera detenerlo. Ya habían destrozado a los amorreos y ahora llegaban a sus dominios. Frente a su incapacidad militar para detenerlos, mandó llamar a un profeta para que maldiga al pueblo de Dios, pensando que de esa manera podría derrotarlos.
Pero el profeta Balán, no puede maldecir a Israel. Dios no se lo permite y por tres veces consecutivas, en lugar de maldecirlos, los bendice. Balac no podía creer lo que escuchaba y se enoja con el profeta. Cuando es recriminado por sus palabras, Balán le recuerda al rey de Moab que él había prometido decir lo que Dios le dijera que diga.
Y Dios no iba a maldecir a su pueblo, sino que lo iba a bendecir. Entonces, Balán jamás podría emitir una maldición. El rey Balac se equivocó pensando que podía manejar a Dios para hacer las cosas a su manera. Pensó que podía forzar a Dios para que el profeta maldijera al pueblo de Israel, pero se equivocó. Hoy miramos la historia y pensamos ¡que tonto que fue Balán!, sin darnos cuenta que muchas veces, actuamos igual que él.
Tal vez la situación sea distinta, o los deseos sean distintos. Pero al igual que aquel terco rey moabita, nosotros hoy también deseamos manipular la Voluntad de Dios a nuestros deseos y nos olvidamos este principio eterno que Balán le dice al viejo rey.
No se puede manipular a Dios. No se puede modificar su carácter. Dios no miente. Dios no es como nosotros los mortales para modificar su forma de pensar. Dios no cambia, es permanente y eterno. Y va más allá. Lo que prometió lo va a cumplir siempre. No importa cuanto tiempo pase, ni cuan vieja sea la promesa. Dios no se olvida, Dios no se le pasan las cosas. Él dijo y va a hacer.
No intentes manipular a Dios ni tratar de doblar su mano. Nadie pudo lograrlo antes, ¿por qué supones que vos vas a poder hacerlo hoy? En lugar de ello, disfruta y valora el principio eterno de la constancia de Dios, de su permanencia, de su estabilidad y de su promesa fiel para tu vida. Dios es distinto, ¡gracias a Dios!
REFLEXIÓN – Dios es distinto.
Un gran abrazo y bendiciones
Dany
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Paz hermano, muchas gracias por la reflexion. Que Dios le siga bendiciendo en su ministerio y cada dia le otorgue mas sabiduria.
grasias por las meditaciones que me envia esuna alegria a diario busco yse que Dios me habla por medio de ustedes bendiciones quisiera que me isieran el fabor de mandar estas meditaciones diarias a ELIANA. [email protected] ANA MARIA ANCO Guerrero
Muy buena reflexion, bendito sea DIOS que jamas olvida sus promesas solo tenemos que ser pacientes y esperar su tiempo.
Gracias hermano DANY….BENDICIONES.