Estudios Bíblicos -Terapia del Alma

¿Alguna vez ha sentido usted que sus problemas, circunstancias o la pena personal para usted es algo de gran importancia, y para Dios es muy pequeño para que este concernido? Dios no es sólo nuestro Creador y Padre, pero Él también es nuestro Proveedor. Él tiene interés en cada detalle de su vida. Es importante que usted crea que Dios desea lo mejor para su vida. Cuando usted pone su confianza en Él, usted verá que no importa que clase de enfermedad pueda estar enfrentando—espíritu, mente o cuerpo—Él es el experto de sanar sus heridas, dolores y proveerle restauración.
A veces puede llegar al punto de estar física y emocionalmente cansado (a) de su circunstancias. Todos hemos experimentado en algún momento u otra tanta carga en nuestros corazones, que las emociones que incurrimos de los sufrimientos o preocupación nos paraliza. A veces, aún su alma—su mente, voluntad y emociones—necesitan ser sanados.

Dios está al tanto de cada situación en la vida que pueda hacer que su espíritu o su alma tenga inquietud y Él tiene un remedio—Su Palabra. La Biblia dice, «La ley del Señor es perfecta, infunde nuevo aliento» (Salmos 19:7, NVI). De la tensión y la enfermedad mental, a los momentos de destreza emocional, la sanidad y restauración que usted necesita le es disponible cuando usted busca a Dios a través de oración y dedicación en Su Palabra y promesas.

No se haga ilusiones; la presión de las circunstancias son reales. Pero, cuando usted acepta a Jesús en su corazón por fe, la bendición de Dios es depositado inmediatamente en usted. Esta bendición le habilita a vencer todo lo que no podría haber vencido en si. Es el poder sobrenatural de Dios añadido a su habilidad natural como hijo de Dios, dándole la habilidad que no tuvo. A causa de la bendición, usted puede confiar a pesar de lo que este sucediendo, no tendrá que aguantarlo solo (a). Con la bendición obrando en usted, sobre usted y a su alrededor, para sanar y restaurar las cosas quebrantadas en su vida, usted tendrá la victoria.

Dios es todo lo que usted necesita y desea en la vida. Además de confiar en Él, usted también debe creer que recibirá exactamente lo que ha pedido. Él está dispuesto y listo para cumplir Sus promesas. No importa la situación y desafió. Aún aquellas cosas que usted piensa que para Él es insignificante, Él tiene la capacidad de perfeccionar todo. Su Palabra declara, «Por lo cual desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas» (Santiago 1:21). Tenga la certeza que cuando está estresado o emocionalmente agotado (a), Dios le sanará y restaurará su gozo.

Cuándo aparenta ser que no puede salir de la adversidad, confié en el poder de oración. Ore a Dios acerca de aquellas cosas que apesadumbran su corazón y alma. Cuando usted verdaderamente entiende el impacto de la sanidad y restauración de Dios en su vida, usted podrá entender el porque de la oración ferviente; una plegaria como la que hizo David cuando clamo a Dios. Usted no tiene que soportar sus situaciones y frustraciones solo (a); El quiere que usted se descargue toda su carga en El. Solo así usted encontrará la paz que busca.

Usted no tiene que estar apesadumbrado ni cargado y bajo tensión o acerca de las situaciones o problemas nunca más. No reciba pensamientos negativos que digan que Dios no está concernido o no está interesado en su situación. Crea en las promesas encontradas en la Palabra de Dios y usted tendrá consuelo y el remedio para no seguir arruinando su espíritu y alma, pero podrá enfrentar cualquier problema. ¡Hay esperanza!

Creflo A. Dollar