Cristiano. si persistes, lo conseguirás

“NO NOS CANSEMOS…” (Gálatas 6:9)

James Watt pasó veinte años perfeccionando el motor de vapor. William Harvey dedicó ocho años a investigar la circulación de la sangre en el cuerpo humano, y luego tuvo que pasar otros veinte tratando de convencer a las instituciones médicas de sus conclusiones. A veces subestimamos lo que se tarda lograr algo de gran valor. Tienes que estar dispuesto a pagar el precio. “Tomar atajos” es una señal de impaciencia y falta de disciplina. El secreto de los grandes avances siempre ha sido la persistencia. Dice Albert Gray: “El denominador común de todo éxito radica en acostumbrarse a hacer las cosas que los fracasados no quieren hacer.” Si tiendes a ceder ante tus cambios de humor, tienes que cambiar tu forma de hacer las cosas. Para conseguirlo, deberás marcarte pautas y rendir cuentas. Sufrir las consecuencias de haber abandonado antes de tiempo será el factor más determinante para mantenerte firme en lo que haces.

Cuando te hayas trazado las pautas, trabaja siguiendo las mismas y no sigas tus emociones cambiantes; eso te hará proseguir en el camino marcado. La autodisciplina es una cualidad que sólo se adquiere con práctica. Los triunfadores han aprendido a hacer lo que no les resulta natural. Están dispuestos a sufrir la incomodidad, las distracciones y las dudas y a actuar a pesar de ellas. R.H. Macy, fundador de los grandes almacenes Macy´s, fracasó en cinco profesiones diferentes (ballenero, tendero, minero de oro, corredor de bolsa y agente inmobiliario) antes de su éxito con la nueva empresa. Cuando le preguntaron qué le hizo seguir adelante después de cada fracaso, éste respondió: “Propósito y persistencia”. ¡Eso es lo que separa a los emprendedores de los meros soñadores! Por eso escribió Pablo: “No nos cansemos, pues, de hacer bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:9).