La Cascada De la Gracia de Dios

«Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia» (Romanos 5:20).

«Usted se llena de la gracia de Dios como un hombre llena su cáliz debajo de una cascada.» (Annie Dillard)

¡Y cómo es bueno estar debajo de la gracia abundante del Señor! Como es bueno llenar el corazón de la presencia de Dios. Como es bueno saber que la gracia del Señor nos rescató del mundo para una gran salvación.

Quiero estar debajo de la cascada de las bendiciones del Señor. Quiero llenar mi vida de Su perdón. Quiero disfrutar Su maravillosas atenciones. Quiero estar abrigado debajo de Su gracia.

Antes vivía en el pecado, apartado del Señor, sin alegría en el alma, sin motivación y sin sueños. Encontré la cascada de la gracia de Dios y fui reavivado, transformado, redimido.

Mi cáliz hueco se llenó de verdadera felicidad.

Dios tiene amor en abundancia para dar. Dios tiene gozo abundante para dar. Dios tiene paz abundante para dar. Su cascada de gracia cubre toda duda, disipa todo temor, renueva nuestras fuerzas, apaga la vieja naturaleza carnal y restaura todo nuestro ser, llenando nuestros cálices de grandes momentos de victoria.

Si yo enfrento un momento de angustia, la gracia del Señor hace desbordar de regocijo mi corazón. Si yo paso por momentos de enfermedad, la gracia del Señor aligera mis dolores y renueva mis esperanzas. Si las dificultades financieras intentan quitar mi paz, la gracia del Señor me recuerda que Él prometió suplir todas mis necesidades.

A cualquiera instante, en cualquier situación, puedo llegar debajo de la cascada de la gracia del Señor y contar con la abundancia de Su amor.

¿Llena su cáliz con cuentagotas o ya aprendió a colocarlo debajo de la cascada del Señor?