La Seguridad de Dios en nuestras vidas
«Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros.» Éxodo 14:13 (RVR)
La situación era terminal. El pueblo de Israel acababa de escaparse de Egipto. Habían estado como esclavos más de 400 años y por las plagas que Dios mandó sobre Egipto, el Faraón finalmente los deja salir. Incluso hasta los apuran para que se vayan. Y 2 millones de personas, aproximadamente, comienzan el éxodo. Me imaginaba como serían las primeras horas de esa salida. Seguramente habría sentimientos encontrados. Por un lado la extrema felicidad de la libertad, pero por el otro, el constante girar la cabeza para estar seguros que no eran perseguidos. Salieron tranquilos.
Pero la tranquilidad duró poco. A las pocas horas de haber salido, el Faraón se da cuenta de su grave error y quiere recuperar lo perdido. Sale a buscar a sus esclavos con todo su ejército. La nación más poderosa del planeta iba a buscar a un grupo desorganizado de sirvientes. ¡La suerte estaba echada!
Apenas vieron los últimos de la comitiva la polvareda que se levantaba en el horizonte dieron aviso a Moisés. La noticia no tardó en correr: Los egipcios nos están buscando. Y se disparó el miedo. Miedo a perder la libertad, la esperanza, la vida.
La peor situación estaba planteada. Los enemigos avanzaban con carros y caballos. El pueblo de Israel estaba en un callejón sin salida. De frente el mar rojo, a los costados el desierto y detrás el ejercito de Egipto. No había que ser muy inteligente para pronosticar el final.
Tal vez hoy te sentís igual que esos hombres. Desesperado por tus problemas, sin salida y acosado por el miedo. Hoy no son egipcios, pero tienen otros nombres. ¿Cuáles son tus temoresí ¿Qué cosas te quitan el sueño? ¿Cuál es tu preocupación recurrente? No importa cual sea el nombre, la consecuencia es siempre la misma: miedo.
Me encanta la claridad de la Biblia para explicar la solución. Moisés era parte del problema, y lo padecía igual que el resto. Pero nos deja un pedido firme y una promesa incalculable: No temas. No dejes que el miedo te gane. No hay razón. Por más que los enemigos sean muchos y los problemas aparentemente imposibles, no temas. Porque la salvación viene de Dios.
Tu mayor seguridad hoy, es que Dios te prometió ayudarte. Y Dios no miente. No temas.
«Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros.» Éxodo 14:13 (RVR)
REFLEXIÓN – Dios es tu seguridad.
Dany
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