Reflexiones Cristianas – Frotando Las Manos

«Extendí mis manos a ti, Mi alma a ti como la tierra sedienta» (Salmos 143:6).

Raúl era un hombre pobre y pasaba por muchas dificultades.
Sin embargo, no se esforzaba para ver la solución de sus problemas. Un amigo aconsejó: «Raúl, tienes dos manos, haga algo para mejorar su situación». «Yo lo estoy haciendo», Raúl contestó. «Estoy frotando a ambas.»

Muchas veces nos sentimos derrotados, fracasados, decepcionados, queremos mejorar de vida, queremos realizar sueños, queremos alcanzar nuestros propósitos, y nada conseguimos. Sabemos que un algo necesita ser hecho, que una decisión necesita ser tomada, que debemos dar media vuelta del camino equivocado que tomamos, pero, solo sabemos «frotar  las manos», o sea, esperamos una solución y ninguna decisión tomamos.

Es hora de parar de «frotar nuestras manos»! Es hora de dar el primer paso en busca de nuestro milagro. Es hora de comprender que solamente Dios tiene la solución para nuestras inquietudes. Solamente Él puede  mostrar nos el camino de las grandes conquistas.

Somos pobres de bendiciones si queremos. Somos pobres de alegría si queremos. Somos pobres de esperanza si queremos.
El Señor Jesús tiene bendiciones en cantidad para darnos.

Tiene la alegría verdadera para ofrecernos. Tiene la esperanza necesaria para hacer nuestro corazón  llenarse de regocijo y felicidad.

En vez que nos quedemos «frotar las manos» y ignorando todo qué Dios ha provisto para cada un de nosotros, es mucho mejor «extender las manos» para Dios y dejarlo conducir el barco de nuestras vidas. aun cuando el mar de los problemas esté revuelto, Él nos protegerá y nos conducirá al puerto que tanto ansiamos.

Pare de sufrir frotando las manos. las extienda para Jesús y su vida cambiará.