Toma control del tiempo. Parte 2

«ENSÉÑANOS A ENTENDER LA BREVEDAD DE LA VIDA…» (Salmo 90:12 NTV)

Gordon MacDonald nos presenta algunas de las características de una vida desorganizada. A ver si reconoces alguna:

«1) Citas y plazos incumplidos, mensajes no respondidos. Personalmente sé que estoy siendo desorganizado cuando se me olvida alguna cita, no contesto los mensajes del teléfono y empiezo a incumplir plazos establecidos. Lleno mi día de compromisos fallidos y excusas poco convincentes.

2) Tareas infructuosas. Cuando soy desorganizado, tiendo a gastar las energías en tareas infructuosas; suelo soñar despierto, evito tomar decisiones y dejo las cosas para mañana.

3) Falta de intimidad con Dios. Los cristianos desorganizados por lo general no disfrutan de una relación íntima con Dios. Nadie tiene que decirles que es necesario apartar un tiempo para leer la Biblia, para meditar, para orar, para alabar; todo eso lo saben, pero no lo hacen. Ponen excusas, diciendo que no tienen tiempo. Pero en el fondo son conscientes de que se trata más bien de un asunto de organización y de fuerza de voluntad.

4) Relaciones superficiales. En mi caso, puedo pasar varios días sin tener una conversación relevante con mis hijos. Me comunico con mi esposa, pero nuestros intercambios son superficiales. A veces me pongo irritable, y no me gusta que ella me llame la atención por cosas que he dejado de hacer o por personas a las que he fallado.

5) Falta de autoestima. Cuando somos desorganizados y no controlamos el tiempo, no nos gustamos a nosotros mismos, ni nos agrada nuestro trabajo, ni el mundo que nos rodea. Es difícil entonces romper el patrón destructivo que se genera. Sin embargo es imperativo deshacernos del patrón de la desorganización si no queremos que nuestra vida acabe siendo caótica y entonces resulte difícil recuperarse.»