Cristiano no vuelvas a repetir el mismo error

«Pero ellos volvieron a pecar contra él; en el desierto se rebelaron contra el Altísimo.»Salmo 78:17 (NVI)

El salmista escribe este salmo haciendo un réquiem de la fidelidad de Dios para Israel. Y compara permanentemente las dos actitudes. La de Dios y la del pueblo. Recuerda como Israel estaba esclavo en Egipto y como sufría por ello. Como clamaban por un libertador. Dios a su tiempo actúa y a través de Moisés los libera. No solo eso, lo hace con mano poderosa, demostrando el poder ilimitado que tiene mediante milagros asombrosos.

La nación más poderosa del planeta y el rey más temible del mundo quedan sojuzgados por la Soberanía de Dios y permiten que Israel salga de Egipto a la tierra prometida. Sin embargo, la manifestación de la fidelidad de Dios no se detuvo allí. Apenas habían salido se encuentran cercados por el Mar Rojo. Y Dios nuevamente actúa.

¡Pasaron por un precipicio de agua, entre dos paredes de agua, sobre tierra seca, para poder escapar del ejército de Faraón! Y las mismas paredes de agua que a ellos los dejaron pasar, fueron las que ahogaron a todo el ejército que los estaba persiguiendo.

Unos pasos más adelante, tiene sed. El desierto es impiadoso y consume. ¿De dónde sacar agua para más de dos millones de personas con sus animalesí Dios vuelve a mostrar su fidelidad y les da agua. El salmista recuerda estos tres grandes eventos para mostrar el poder y el amor de Dios. Y termina diciendo que el pueblo volvió a pecar contra Dios. No puede entender como alguien puede ser tan desagradecido y tan egoísta como para actuar de esta manera. No habían pasado ni diez días y ya estaban quejándose, criticando, murmurando y pecando.

Entonces describe la mala onda de volver a alejarse. No tuvieron memoria, no tuvieron conciencia de quien es Dios y solo siguieron sus impulsos egoístas para justificar su actitud injustificable. Hoy leemos esta historia y la criticamos con dureza, sabiendo que no estuvieron bien. Que Dios no se merece que volvieran a pecar.

Y en nuestro avanzado siglo XXI, nosotros volvemos a cometer el mismo error. En otras circunstancias, con otras excusas, pero hacemos lo mismo. No tenemos memoria de las bendiciones que Dios nos da. Menospreciamos su perdón y la salvación que nos dio en el Calvario. Y volvemos a pecar. ¡Qué injusticia!

REFLEXIÓN – No vuelvas a repetir el error.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany