Dios nos ha dado la victoria

«Su amigo le respondió: Esto no significa otra cosa que la espada del israelita Gedeón hijo de Joás. ¡Dios ha entregado en sus manos a los madianitas y a todo el campamento!» Jueces 7:14 (NVI)

Estela, una amiga, me escribió por mail esta frase: Que no decaiga el espíritu por nada, leí en un librito que se llama Cielos abiertos lo siguiente: » El ejército de Dios ve la victoria antes de salir al campo de batalla». No se porque te escribo esto, creo Dios y tu sí lo saben.

Ella vive ahora a más de 1.500 kilómetros de distancia y solo nos comunicamos ocasionalmente por mail. Sin embargo, en el momento en que ella me mandó este mail, yo estaba en una terrible lucha espiritual. Solo aquel que ha estado en una situación como esta puede comprender la tensión y la presión que un hijo de Dios padece cuando está luchando por el Reino de Dios en medio de gran oposición.

Ella no tenía idea de lo que estaba pasando, y fue motivada por el Espíritu Santo a escribirme esto. No sabía por qué lo escribía, pero lo hizo. Cuando leí su mail, no pude menos que agradecerle a Dios por la sensibilidad de Estela. Fue justo lo que necesitaba en ese momento, ni antes ni después. ¡El ejército de Dios ve la victoria antes de salir al campo de batalla!

Para mí que me sentía abatido y sin fuerzas, estas palabras fueron una poderosa vitamina espiritual. Cansado ya quería tirar la toalla, demasiadas lágrimas y problemas y ninguna solución. Hasta que Dios me recordó, que la victoria ya es nuestra. Que en esta lucha por su Reino, no siempre las cosas serán favorables, que en toda batalla hay heridas y golpes, que podemos ser tirados al suelo, que podemos morder el polvo del fracaso.

Pero sin lugar a dudas, la Victoria suprema de Jesucristo nos garantiza que a la corta o a la larga, Su Poder, Su Gloria y Su Soberanía van a determinar el completo éxito para su Nombre. Nosotros somos solamente soldados en la línea de batalla. Y nuestro deber es mantenernos firmes.

¿Te sentís cansado y derrotado hoy? ¿Bajaste los brazosí Dios vuelve a decirte, con firmeza y autoridad: Los hijos de Dios ven la victoria antes de salir al campo de batalla. Puede ser que sufras, y que te duela. Pero Dios te garantiza la victoria. ¡Que tu ánimo no decaiga! (¡Gracias Estela!)

REFLEXIÓN – Vitamina para el alma.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany