La oración «triple A»

«…ENTONCES LOS HOMBRES COMENZARON A INVOCAR EL NOMBRE DEL SEÑOR» (Génesis 4:26)

La primera mención de una oración en la Biblia es: «…Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre del Señor» (Génesis 4:26). ¿Con qué frecuencia invocas el nombre del Señor? ¿Sólo cuando estás en problemasí ¿O cuando vas a la iglesia? ¿Muy de vez en cuando? ¿Nunca? A lo mejor dices: ‘No sé cómo orar.’ Aquí presentamos la oración «triple A».

1) Adora. Para intimar con una persona tienes que centrarte en ella. Cambia tu estilo de oración; levántate mañana por la mañana y di: ‘Señor, ¿hay algo que pueda hacer por ti hoy?’

2) Averigua la voluntad de Dios y pide de acuerdo a la misma. Ésta se encuentra revelada casi siempre en su Palabra, así que ¡léela! Cuando sabes que estás orando de acuerdo a las Escrituras, lo haces con confianza. Y usa la fe; Dios desea que creamos en Él, a pesar de las circunstancias, los sentimientos o las opiniones contrarias. Dijo Jesús: «…Todo lo que pidáis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá» (Marcos 11:24).

3) Acepta. Dios le dijo al profeta Habacuc: «Aunque la visión tarda en cumplirse, se cumplirá a su tiempo, no fallará. Aunque tarde, espérala…» (Habacuc 2:3). Dios conoce la urgencia de la situación, pero siempre actúa teniendo en cuenta lo que más te conviene. Nunca dudes de su disposición a responder a tus oraciones, cuando lo haces de acuerdo a su voluntad (1 Juan 5:14). Ahora bien, la respuesta depende también de la condición de tu corazón y de si estás listo para recibir y manejar la respuesta dada. Por eso, en lugar de reclamar tanto, insistiendo como un niño, demuestra madurez y di: ‘Señor, Tú lo prometiste y yo lo creo. ¡No se hable más!’